Intervención de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos, por el que se reforma la Ley General para el Control del Tabaco.
14 de diciembre de 2021
Versión de la intervención de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos, por el que se reforma la Ley General para el Control del Tabaco
Con la venia de la Presidencia.
Honorable Asamblea:
El día de hoy daremos un paso de la mayor relevancia para la protección de la vida y de la salud de las personas.
Este dictamen tiene un claro sentido social y una orientación ambiental indudables.
Sin embargo, resulta contradictorio que hoy este Senado defienda la salud de las personas aprobando este dictamen y que en la pasada legislatura se hayan aprobado un par de reformas abiertamente inconstitucionales e ilegales que, además de que dañan profundamente el ambiente, generan costos sociales y van contra tratados internacionales y compromisos adquiridos, las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica y a la Ley de Hidrocarburos que se aprobaron en esta soberanía han sido impugnadas y han sido suspendidas por el Poder Judicial.
Lo que estamos a punto de aprobar, por más noble que sea, es insuficiente ante un gobierno cuya política energética implica el uso intensivo de energías sucias y contaminantes, la puesta por el aprovechamiento de combustibles fósiles y la quema diaria de combustóleo en refinerías están causando graves daños a la salud en muchas comunidades las cuales viven respirando sustancias nocivas e incluso mortales para el ser humano.
Quienes viven cerca de refinerías padecen de enfermedades respiratorias graves y degenerativas que afectan de manera lamentable su calidad y expectativa de vida.
El medio ambiente debe ser de la más alta prioridad en nuestra generación ya que la salud y la prosperidad de las generaciones futuras dependen por completo de las decisiones que hoy tomemos en este Senado.
No podemos más que estar de acuerdo con lo que hoy discutimos, pero tenemos que decir con energía y determinación, el grupo parlamentario de Acción Nacional está totalmente en contra de cualquier intento del Ejecutivo de poner en riesgo nuestra salud con leyes ocurrentes e inconstitucionales.
La Reforma Constitucional para convertir a la Comisión Federal de Electricidad nació muerta y nació muerta porque por su posible aprobación podría producir la muerte de miles de personas inocentes quienes tendrán que respirar no el humo del tabaco, sino el azufre que la comisión lanza todos los días a la atmósfera.
Un imperativo de la solidaridad intergeneracional es el delegarle a las generaciones futuras un medio ambiente mejor del que heredamos.
Este Senado tiene la más alta responsabilidad al aprobar cada ley con impacto ambiental o al aprobar leyes que estén en armonía con la garantía del derecho a la salud, un derecho universal que se ha visto vulnerado por el mal manejo de una pandemia que ha enlutado a cientos de miles de familias.
Hoy, con esta reforma, protegemos a personas no fumadoras y evitamos la propaganda de un artículo que es nocivo para la salud.
Esperemos que mañana la mayoría parlamentaria asuma su responsabilidad real con el pueblo de México en lugar de someterse a los deseos y mandatos del Palacio Nacional.
Senadoras y Senadores:
El Poder Legislativo no puede seguir siendo la voz del Ejecutivo, somos un poder soberano independiente, autónomo, con decisión y voluntad propias que deben ser valoradas y respetadas.
Al aprobar este dictamen pensemos también en el horizonte de una nación que hoy tiene que dar pasos decididos para combatir el cambio climático y transitar de forma definitiva a una economía verde.
Así como el día de hoy hemos manifestado todos los grupos parlamentarios nuestro beneplácito por la aprobación de esta iniciativa de reforma, así lo hagamos en otros temas que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente y el cuidado de la salud de las y los mexicanos.
Es cuanto, presidente.
ooOoo