Intervención en tribuna de la senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado, para referirse al análisis del III Informe de Gobierno del Presidente de la República, en materia de Política Exterior.
Ciudad de México, 28 septiembre de 2021
Versión de la intervención en tribuna de la senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado, para referirse al análisis del III Informe de Gobierno del Presidente de la República, en materia de Política Exterior
Con su permiso, presidenta.
Tanto por el Informe como por el quehacer diario de esta administración, sabemos que la política exterior no es un rubro prioritario para este gobierno.
Sabemos también que el Presidente le ha encargado al secretario del ramo múltiples tareas que nada tienen que ver con su ámbito, como es conseguir vacunas o conseguir medicamentos a falta de un secretario de Salud, a falta de un subsecretario de Salud con capacidad plena.
Y también sabemos que el secretario está más pendiente de sus aspiraciones políticas que de cuestiones de Estado sobre las que incide su encargo.
En este contexto, todo análisis de este Tercer Informe en lo concerniente a política exterior debe tomar en cuenta que hay un trecho cada vez mayor entre la realidad y el discurso, entre el relato de un gobierno humanista y el brutal escenario humanitario en la frontera sur.
No podemos dejar pasar esta grave contradicción y esta afrenta a nuestros vecinos a los derechos humanos, a la Comunidad Internacional en su conjunto y a nuestra supuesta vocación en materia de asilo y refugio.
En Chiapas el Instituto Nacional de Migración golpea y patea migrantes haitianos y centroamericanos y los separa de sus familias.
La policía local los detiene, los encierra en celdas y los entrega a las corporaciones federales.
Sin importar su nacionalidad, las autoridades mexicanas los deporten a Guatemala, violan sistemáticamente su derecho a solicitar refugio y los dejan en parajes aislados donde no reciben asistencia, todavía tienen el descaro de decir que son rescates y que al impedirles el tránsito por el país les protegen de los peligros de una larga travesía por territorio mexicano.
En contraste, se reciben refugiados afganos, se envía ayuda humanitaria a Haití, y para anunciar ambas medidas se organizan grandes eventos mediáticos y de relumbrón.
Digamos las cosas como son, México sigue siendo el muro de contención de la migración centroamericana y caribeña, y es ahora el gran represor de estos grupos vulnerables.
Y lo hace no sólo con esa cínica fachada supuestamente solidaria, sino traicionando una promesa de campaña y una obligación constitucional.
En efecto, López Obrador dijo una y otra vez en campaña que México ofrecería empleo, que les ofrecería visas humanitarias y que convocaría a una nueva alianza para el progreso en beneficio de estos países.
Hoy la historia es muy distinta, en su libro más que reciente elogia a Trump por sobre cualquier otro político en el planeta, dice que México seguirá con la contención de migrantes hasta que Estados Unidos quiera.
Y lo más grave, no ofrece ninguna alternativa para dejar de hostigar migrantes por órdenes directas de la Casa Blanca.
Y es que este es el resultado de los acuerdos a los que llegó el canciller con el gobierno de Trump y que pretende ahora presentar como moneda de cambio al gobierno actual de Estados Unidos para intentar que Biden no se meta con la 4T.
López Obrador ha admitido en su libro Sin rubor alguno, que tardó en reconocer el triunfo electoral del presidente Biden por respeto a Trump.
Más tarde vinieron los desacuerdos por la política energética, por los asuntos medioambientales, los conflictos interpretativos sobre el T-MEC, las desavenencias en materia de seguridad y las acusaciones directas de López Obrador sobre el financiamiento a organizaciones de la sociedad civil por parte de la embajada estadounidense.
A esto hay que agregar la carta que legisladores de ambas Cámaras enviaron al presidente Biden pidiendo su intervención para frenar las iniciativas energéticas del gobierno mexicano contrarias al T-MEC y la carta que entregó la delegación mexicana que participó en el Diálogo Económico de Alto Nivel en Washington, en donde se viola abiertamente el principio de no intervención al sugerirle a Estados Unidos que otorgue permisos de trabajo a los centroamericanos que participen en los programas clientelares del gobierno, en cuya aplicación en ese país pide recursos.
Lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo con claridad, la relación con Estados Unidos es estratégica para el bienestar, la seguridad y la estabilidad económica de México.
Y, sí, como pregona el Presidente, la mejor política exterior es la política interior.
¿Qué piensa cambiar en su errada política interior en materia de combate al crimen organizado, inversión en ámbito energético?
¿Qué piensan cambiar para combatir al crimen organizado, no abrazos y balazos?
¿Qué piensan cambiar para combatir al crimen organizado?
¿Qué piensan cambiar para que la Guardia Nacional deje de ser nada en los estados, nada en los municipios y que ese trabajo se le esté pasando a las policías municipales y a las policías estatales?
¿Qué piensa cambiar el secretario Marcelo Ebrard…?
La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Por favor, concluya, Senadora.
Gracias.
La Senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado: ¿Qué piensa cambiar el secretario Marcelo Ebrard para mejorar la protección a los derechos humanos?
Insiste el Presidente de México en pedirle a Estados Unidos vacunas y recursos para Centroamérica y el sur de México, pero pierde de vista, junto con el canciller Marcelo Ebrard, que esa posición es insostenible.
Mientras, por otro lado, pide el fin de la Iniciativa Mérida, como si el combate a la seguridad no estuviera…
La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Por favor, concluya, Senadora.
La Senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado: Presidenta, me voy a tomar unos minutos más, usted ha dado tiempo a otros Senadores para terminar.
Sólo un minuto.
Muchas gracias.
México necesita, más que nunca, la cooperación internacional; mantiene en suspenso los diálogos de alto nivel en materia de seguridad con Estados Unidos.
Luego de las reformas a la Ley de Seguridad Nacional en materia de agentes extranjeros…
La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Es que son ya tres minutos más.
La Senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado: …Y cuando un día sí y en el otro también.
El Presidente acusa a Estados Unidos de intervencionista, revela que sí presionó para liberar a Cienfuegos, confronta a Estados Unidos por su política energética y exige explicaciones…
La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Senadora, puede respetar el acuerdo, por favor, ya vamos en nueve minutos prácticamente.
La Senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado: Sí, ya, un minuto.
Confronta a Estados Unidos por su política energética y exige explicaciones por el financiamiento a organizaciones de la sociedad civil, vía su embajada en la Ciudad de México.
Y es que esta es la relación primordial para México en el extranjero. No podemos permitir que siga subordinada a imperativos de política interna o secuestrada por intereses ideológicos y partidistas.
La relación con Estados Unidos y Canadá es prioritaria y estratégica y no admite un enfriamiento deliberado y guiado por razones de política interna o por nostalgias de un pasado completamente rebasado por las circunstancias actuales.
Termino.
Tiene razón el embajador Salazar, no conviene distraernos de lo fundamental, México debe de dar pasos sólidos para afianzar su relación con Estados Unidos, pues no hay ninguna otra más decisiva para el bienestar, la seguridad y la prosperidad de México.
Ojalá, Senadoras y Senadores, ojalá el gobierno de la República entienda; ojalá no tengamos que esperar, como todo parece indicarlo, a un nuevo gobierno para que en México esto sea una realidad.
Gracias.
ooOoo