Intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Estudios Legislativos, que declara el 13 de octubre de cada año como “Día Nacional de la Paz”.
26 de abril de 2022
Versión de la intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Estudios Legislativos, que declara el 13 de octubre de cada año como “Día Nacional de la Paz”
Muchísimas gracias, presidenta.
Muy buenas tardes, senadoras, senadores.
Creo que hablamos muy poco de la paz, aunque la anhelamos todas y todos. Hablamos mucho de la violencia porque es lo que se ha normalizado y lo que acompaña nuestras vidas.
Hablamos del miedo, hablamos del terror, hablamos de los crímenes, de los feminicidios y queremos resolver, pero mil veces se pronuncia la violencia y una sola vez se pronuncia la paz.
Quisiera recordar en este día tan especial ese mensaje de Nelson Mandela: “Ninguna niña, ningún niño nacen odiando a otra persona, por el color de su piel, por su origen, por su religión”
La gente tiene que aprender a odiar y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar y quienes enseñamos a odiar o a amar a las niñas y a los niños somos nosotros los adultos.
Cuando las niñas y los niños nacen, nacen sin conocer el odio y sin conocer el amor y de nosotros dependerá cuál es la ruta que recorrer, si son constructores de la paz o son destructores de la paz.
En este dictamen me parece muy importante que el objetivo es tener un “Día Nacional de la Paz”
Alguien me preguntaba: pero ya la ONU tiene un Día de la Paz. Eso es cierto, es un Día Internacional, pero yo hago un llamado para que nosotras y nosotros en México tengamos un “Día Nacional de la Paz”, un 13 de octubre, que es cuando el doctor Alfonso García Robles recibió el Premio Novel de la Paz.
Un Día de la Paz porque queremos un México sin candados.
Queremos un México sin cerrojos.
Queremos un México sin miedo.
Queremos un México donde las madres no busquen a los hijos o sus hijos no busquen a los padres.
Queremos un México en donde las niñas y los niños vuelvan a ser libres y puedan salir a jugar y puedan salir y conocer a otras personas y tener confianza y empatía.
El especialista Mauricio Meschoulam, afirma: “que cuando hay miedo, hay menos respaldo a la democracia”
Que cuando hay miedo hay menos empatía, hay menos confianza.
Que cuando hay miedo hay menos disposición a dialogar y a construir acuerdos.
Que cuando hay miedo hay desconfianza del otro y se respetan menos los derechos del otro.
Quiero compartir con ustedes un decálogo que hicieron los colombianos de por qué querían la paz.
La paz, para vivir sin miedo.
La paz, para tener un mejor país para nuestras hijas y nuestros hijos.
La paz, para que los campesinos puedan volver a cultivar la tierra sin miedo, sí, el aguacate, el limón; donde no los extorsionen, donde el narco no ponga el precio.
La paz, para poder viajar en cualquier carretera a cualquier rincón del país a cualquier hora del día.
La paz, para tener más recursos para educación, una vida digna.
La paz, porque no queremos más víctimas ni victimarios ni familias que no vuelvan a ver a sus seres amados jamás.
La paz, para el medio ambiente.
La paz, para que no migren por el terror, por el narco, por el crimen organizado.
La paz, para que inviertan en México.
La paz, para que el mundo nos mire con otros ojos.
Terminaría mi intervención, presidenta, señalando lo siguiente: “La paz no es la ausencia de la guerra”.
En México, afortunadamente no estamos en guerra, pero tampoco vivimos con paz, pero tampoco vivimos con tranquilidad, pero tampoco vivimos con certeza, pero tampoco hablamos con los vecinos ni tampoco podemos hacer cadenas de solidaridad, de amor, de amistad, de comprensión, de empatía, porque tenemos miedo.
En este país las mujeres no salimos en las noches porque tenemos miedo, y las que salen en las noches pueden tener terror y no regresar jamás.
En este país despedimos a una hija, a un hijo y le damos la bendición y le pedimos a Dios que ese día regrese a la casa porque cada día desaparecen siete niñas y siete niños que sus padres no volverán a ver jamás.
Y cada día se asesinas a diez mujeres por el hecho de ser mujeres, y en este país el crimen de violencia sexual ha crecido en 90 % en estos últimos años.
Queremos paz porque lo merecemos. La paz hoy parece una utopía.
Yo sinceramente prefiero abrazar esa utopía que creer que México jamás volverá a vivir con paz, que creer que nosotras y nosotros jamás volveremos a vivir sin miedo.
Les pido que nos acompañen con su voto a favor por un México sin miedo, por un México donde la paz no sea un sueño, sino sea una realidad.
Por este “Día Nacional de la Paz”.
Es cuanto, presidenta.
Muchas gracias, Senadoras, Senadores.
Y les pido que nos acompañen todas y todos ustedes.
La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Senadora, hay una pregunta del Senador Jorge Carlos Ramírez Marín.
Adelante.
La Senadora Josefina Vázquez Mota: Con todo gusto.
Adelante, amigo.
Gracias.
El Senador Jorge Carlos Ramírez Marín: (Desde su escaño) Gracias, querida Senadora.
Anticipándome mi voto a favor y estando totalmente de acuerdo con sus conceptos quisiera hacerle esta pregunta.
Ya hay un “Día Internacional de la Paz”, nosotros estamos proponiendo un “Día Nacional de la Paz”, ¿qué debe pasar ese día?
Un día sin auto, todos debemos venir por nuestros propios medios sin utilizar el automóvil. Aprobamos muchos días, pero me parece que no estamos pidiendo que hagamos nada ese día.
¿Qué debe pasar el “Día Nacional de la Paz”? ¿qué sugiere?
La Senadora Josefina Vázquez Mota: Muchas gracias, Senador Ramírez Marín.
Lo que yo sueño que pase, Senador, es que ese día se anuncien políticas públicas en los diferentes órdenes de gobierno que abonen a la construcción de la paz.
Es que ese día aquí en el Senado de la República en lugar de adjetivos podamos tener razones en esta tribuna y propuestas también.
Es que ese día en cada escuela y en cada rincón del país se hagan convocatorias y concursos acerca de qué es la paz y qué ganamos viviendo con paz.
Es que ese día podamos voltear a mirarnos y reconocer que es posible tener confianza y vivir sin miedo.
Es que es día también la justicia presente propuestas, porque sin justicia no hay paz. Y es que anunciamos programas y los implementemos en cada rincón del país para hacer constructores de paz, los adultos, Senador, y las niñas y los niños también.
Me atrevo a decir, y lo digo de manera respetuosa, que nosotras y nosotros los adultos tenemos que reaprender a ser constructores de paz. Y preguntarnos ese día, al menos, si construimos la paz o la destruimos.
Ese es el sueño que yo tengo entre muchas otras acciones en el “Día Nacional de la Paz”, que ojalá ese día no se mate a una mujer, no desaparezca un niño, no se secuestre, no se extorsione y podamos hacer válida la utopía de la paz.
Gracias, Senador.
Muchísimas gracias.
ooOoo