Intervención en tribuna de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, para hablar a favor del proyecto de decreto por el que se reforma la denominación del Capítulo I del Título Tercero; y se reforman y adicionan diversos artículos de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
21 de marzo de 2024
Versión de la intervención en tribuna de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, para hablar a favor del proyecto de decreto por el que se reforma la denominación del Capítulo I del Título Tercero; y se reforman y adicionan diversos artículos de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública
Con la venia de la Presidencia.
Honorable Asamblea:
El dictamen que hoy discutimos atiende un asunto urgente, un grave problema del Estado mexicano que está hundiendo a la ciudadanía en un espiral incontenible de miedo, terror y dolor: La violencia que se ha extendido por todo México.
De acuerdo con datos del Inegi, el 59.1 % de la población de 18 años y más considera inseguro vivir en su ciudad. Esta realidad es inaceptable.
Votaremos a favor de este dictamen, porque atiende a una agenda pendiente y urgente: La dignificación de la función policial, pilar indudable de nuestra seguridad.
A pesar de los avances que se dan con esta reforma, se dejan de lado temas pendientes como la mejora salarial, el derecho a la vivienda digna y la incorporación de un defensor policial de oficio. Además, los derechos de quienes se ocupan de la noble función de darnos seguridad todos los días no están plenamente garantizada.
Lamento profundamente, y como aquí ya lo han compartido algunos compañeros, que este Senado de la República no haya aprobado la iniciativa que presentamos en el año 2020, para garantizar plenos derechos a policías, ministerios públicos, custodios y peritos. La no aprobación de esta reforma constitucional por el Pleno es una muestra más de insensibilidad política y de indiferencia.
Con la reforma que este Senado rechazó, todas las personas de las instituciones de seguridad pública que obtuvieran una resolución judicial definitiva tendrían el derecho a una indemnización y a sus prestaciones correspondientes o a la reinstalación, conforme a lo que determine la ley, como lo tiene cualquier servidor público en este país.
No omito señalar que el día de ayer en la Comisión de Seguridad Pública también se desechó un dictamen de la iniciativa del Senador Castañeda, precisamente que proponía la asignación de recursos a las entidades federativas y municipios para la mejora permanente de las corporaciones policiacas.
Quienes no aprobaron las reformas, les dieron la espalda a los policías, a los ministerios públicos, a los custodios y a los peritos de todo el país, a pesar de sus legítimas manifestaciones y de sus justos reclamos.
Nuestras corporaciones, de seguridad, son el pilar sobre el que se sustenta la paz y la prosperidad de la Nación, no son las Fuerzas Armadas las instituciones competentes para atender la crisis de inseguridad, sino las policías a quienes vemos todos los días en las calles, los ministerios públicos, agobiados con impresionantes cargas de trabajo, los peritos quienes realizan un poco, muy poco reconocido trabajo, y los custodios quienes viven en condiciones de vulnerabilidad.
Prueba de ello y claro ejemplo, fue precisamente lo sucedido el pasado fin de semana en el estado de Campeche.
Senadoras y Senadores, la seguridad es hoy la más alta prioridad del Estado, de cara a un proceso electoral que ya ha costado la vida de alrededor de 25 candidatos de diferentes fuerzas políticas, los derechos de quienes nos cuidan deben ser una alta prioridad en estos momentos, como también es una prioridad máxima la protección integral de nuestras candidatas y candidatos como asuntos de Estado.
Hacia el final de esta legislatura, lamento profundamente que reformas indispensables como la que presentamos para garantizar los derechos plenos de las personas integrantes de las corporaciones de seguridad no hayan sido aprobadas.
Hemos aprobado reformas cosméticas, incluso inconstitucionales, que los jueces, magistrados y ministros han revertido con vergüenza para esta Cámara Alta.
Es hora de que este Senado demuestre que está a la altura de los retos de hoy y que se aprueben aquellas reformas que realmente transformarían a este país, como tantas que se han quedado pendientes o, como en el caso de mi propuesta que fueron rechazadas injustamente sin razones, sin argumentos dejando, a quienes nos cuidan y arriesgan su vida todos los días, en estado de indefensión.
¡Cuidemos a quienes nos cuidan!
Es cuanto, presidente.
ooOoo
