Intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, que reforma el artículo 2 de la Constitución.
13 de febrero de 2024
Versión de la intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, que reforma el artículo 2 de la Constitución
Muchas gracias, Presidenta.
Muy buenas tardes.
Yo realmente felicito a quienes han impulsado hoy este dictamen y es una lucha que hemos dado, pues me parece, todas y todos los Senadores aquí, porque las niñas, niños y adolescentes no tienen partido, tiene derechos y este derecho que está salvaguardado en la Constitución es totalmente atropellado, violado cuando se permiten o se es indiferente o se consienten estos matrimonios forzados de niñas, niños y adolescentes.
Por supuesto, que es urgente que tomemos una determinación y esta tarde estamos a unos cuantos minutos de hacerlo.
Nuestro país ocupa uno de los primeros ocho lugares del mundo de matrimonio forzado infantil, no es un hecho que suceda aislado o que se dé solamente en algunas comunidades, no obedece a los usos y costumbres, es consecuencia de los abusos y del no reconocimiento en niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos, sino de una mirada patrimonialista en donde se comercia con sus vidas.
Recuerdo que, con la Senadora Geovanna Bañuelos, entre muchos esfuerzos que hemos hecho conjuntamente, en un foro en Zacatecas ya hace un buen rato, comentaba un procurador, justamente, que, en algunas zonas de esta entidad, como en muchas otras de este país, es más cara una vaca, un animal que la vida de una niña, de un niño o de un adolescente.
¿Qué está sucediendo con aquellas niñas o mujeres que se han rebelado en las comunidades para que este matrimonio forzado no se lleve a cabo, lo han documentado muchos medios de comunicación, la violencia es todavía mayor, se les encierra, se les encarcela, se les castiga, se les tortura y las comunidades, particularmente las a las propias mujeres de esa comunidad con valentía y determinación han salido al frente, para que esta práctica que es un delito, que es un crimen llegue a su fin,
Pero aquí se requiere el concurso de todo el Estado mexicano, se requiere desde un cambio cultural, que se acabe la impunidad, que se reconozca a las niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho y que todas y todos actuemos en consecuencia a nivel comunitario, a nivel municipal, a nivel estatal, a nivel federal.
Por eso es que estas realidades no pueden seguir permaneciendo como parte de una costumbre y, mucho menos, como si fuese algo natural.
Miren, en nuestro país, de acuerdo a las cifras oficiales de este gobierno, una mujer es violada cada media hora y esta noche siete niñas y siete niños no volverán a su hogar, desaparecerán siete niñas o siete niños el día de hoy y esta noche habrá siete hogares que probablemente no las volverán a encontrar jamás, así que hoy lo que estamos poniendo a votación.
Y por eso reitero todo mi apoyo y mi respaldo y el de mi grupo parlamentario, que vamos a acompañar con toda determinación esta reforma que es y que lleva guardando muchísimo tiempo y que debe de ser el principio de un cambio fundamental para garantizar el derecho a la felicidad, a la salud, a la educación a miles de niñas, particularmente niñas, pero también niños y adolescentes, esta violación, este delito, este crimen llegue a su fin.
Quienes deben de ser sancionados, castigados son quienes son parte de esta red que compran como objetos a las niñas, niños, adolescentes, pero quienes han sido sancionadas, particularmente hasta hoy, castigadas, doble o triplemente violentadas son quienes hoy sus voces se están escuchando aquí y que debemos salvaguardar su interés superior.
Termino como empecé: Las niñas, niños y adolescentes no tienen partido. Y si solamente nos pusiéramos cualquiera de nosotros o de nosotras en los zapatos de esa niña, de ese niño o de ese adolescente, veríamos con horror el hecho de estar siendo parte de un comercio humano en donde se escuchan las carcajadas y los alcoholes de aquellos criminales que brindan porque han vendido a una niña, a un niño, a un adolescente.
Por lo tanto, haber alargado esta sesión, presidenta, no solamente es un acto de justicia, vamos muy tarde, pero estamos aquí para que se haga realidad. Estoy segura de que todas y todos la acompañaremos porque votar en contra de esto sería ya totalmente incomprensible.
Nosotros, tendremos nuestro a favor.
Es cuanto, muchas gracias.
ooOoo