Intervención del senador Erandi Bermúdez Méndez, al referirse a dos dictámenes: uno, de la Comisión de Marina, que ratifica ascensos de diversos grados navales; y, el segundo, de la Comisión de Defensa Nacional, relativo a ascensos de diversos grados del Ejército y de la Fuerza Aérea mexicanos.
16 de noviembre de 2022
Versión de la intervención del senador Erandi Bermúdez Méndez, al referirse a dos dictámenes: uno, de la Comisión de Marina, que ratifica ascensos de diversos grados navales; y, el segundo, de la Comisión de Defensa Nacional, relativo a ascensos de diversos grados del Ejército y de la Fuerza Aérea mexicanos
Gracias, Senadora presidenta.
Compañeras y compañeros Senadores:
Entre las facultades que el Presidente tiene establecidas en el 89 constitucional, en la fracción III, se encuentra, entre otras, nombrar la aprobación, con la aprobación del Senado a los embajadores, cónsules generales, empleados superiores de Hacienda e integrantes de algunos consejos, entre otros.
Pero para hacer esa aprobación, como lo decía muy bien mi compañero Damián, cuando el Constituyente crea precisamente este artículo 89 en la exposición de motivos, era para que tuviera el Senado de la República este órgano de control para saber a quiénes estábamos proponiendo o a quiénes estábamos ratificando en estos nombramientos.
Así, prácticamente, en una misma verbalización, en la fracción IV, se incluye nombrar, con la aprobación del Senado, a coroneles y demás oficiales superiores del Ejército, Armada, Fuerza Aérea.
¿Cuál es la diferencia entonces lo que hay entre unos y otros? Y esto es lo que más me preocupa el día de hoy.
Prácticamente aquí en el Senado de la República no conocemos a los 302 nombramientos de ascensos que va a tener el Ejército y a los 87 ascensos que va a tener la Armada.
Y aunque es una facultad exclusiva de nosotros en el Senado de la República ratificar, por cortesía deberíamos de saber quiénes son.
No dudamos que en los controles que tienen en el Ejército ellos tengan méritos para poder ascender, no lo dudamos, porque tienen una instrucción militar y una disciplina militar que pueden pasar muchos controles; pero el Constituyente cuando lo hizo fue precisamente para ese control.
Y hoy vemos que no sucede así, no sucede así en el Senado de la República. Hoy tal parece que solamente el Senado en estos últimos cuatro años nos hemos convertido en una Oficialía de Partes.
Y déjenme decirles qué me preocupa mucho. Me preocupa mucho que creer que porque una persona se enfunda una casaca militar ya tiene un halo protector.
Miren, somos ciudadanos, somos hombres y mujeres con defectos y virtudes, y una sotana, una casaca no hacen más, ni menos a un ciudadano, todos tienen defectos y virtudes, y por eso es que el Constituyente pidió que el Senado pudiera ratificar a quiénes se están dando los nombramientos.
Lo decía muy bien mi compañero Emilio Álvarez Icaza, muchos de ellos tienen algunas cuestiones que presumiblemente no pudieran ser elegidos para este ascenso, y por eso es que se pidió que en las comisiones pudieran dirimir esas controversias para poder el Senador decir: “creo que hay una omisión y tiene que ser ascendido”.
Hoy nos preocupa mucho este empoderamiento porque los militares hoy en México ya no sólo hacen lo que lo decía el Código Militar, hoy hacen más de doscientas actividades que los civiles estarían haciendo o que deberían de hacer.
El Senado necesita conocer los méritos de cada uno de los militares, primero, para reconocerlos, que son hombres y mujeres de bien, que los necesitamos en este país.
Y este posicionamiento no es en contra de una persona u otra, es para que el Senado de la República podamos darle el valor al Ejército que tiene, ese reconocimiento de méritos, ¿o acaso creen que en el Ejército no hay grupos tampoco?
Creemos que en el Ejército no hay grupos de poder, de beneficiar a unos, a otros. Qué ingenios seríamos creer que no sucede esta situación dentro del Ejército.
Hoy me preocupa mucho porque en 1937, el gran general Cárdenas, en el Reglamento General de los Deberemos Militares, en el artículo 92, que me voy a permitir leerles, decía, y dice porque es vigente: “Más que ninguno de los miembros del Ejército en servicio activo es a los generales por razón de su elevada posición a quienes corresponde abstenerse en la forma más absoluta de inmiscuirse en los asuntos políticos del país directa o indirectamente, ya sea por medio de su influencia o valiéndose para ello de militares o de civiles políticos, debiendo compenetrarse bien de que el Ejército debe estar por completo al margen de todas las actividades”.
Por tal motivo, yo quiero decirles que mi voto será en contra para poder exigir que, a este grupo parlamentario, que a este Senado de la República se le dé el respeto que tiene y que el Constituyente Permanente le dio a este Senado de la República, no solamente de ser esa Oficialía de Partes, sino ser realmente quien pueda decir, primero, reconociendo la gran labor que tiene el Ejército y la Marina, y reconociéndole como civiles ese nombramiento que se merecen.
Y ese nombramiento que se merecen y que el pueblo de México, a través del Senado de la República, se lo está dando para poder dar ese nivel hacia arriba, para darle ese ascenso.
Por eso es que el Constituyente, en la motivación cuando se propuso ese artículo así lo hizo, para que el pueblo de México pudiera reconocer que a quien se está ascendiendo tiene un reconocimiento a través del Senado, del pueblo de México, y hoy nos preocupa mucho lo que está sucediendo.
Y más recordando el histórico que quedará en el olvido, espero algún día, este famoso discurso del 13 de septiembre del general inmiscuyéndose en asuntos políticos que el propio general Cárdenas, cuando crea este Reglamento, dijo: “Por ningún motivo deben de meterse en la vida política del país”.
Es cuanto.
Gracias, Senadora presidenta.
ooOoo