Intervención de la senadora Nadia Navarro Acevedo, al referirse a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
8 de marzo de 2022
Versión de la intervención de la senadora Nadia Navarro Acevedo, al referirse a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer
Muy buenas tardes a todas y a todos, las compañeras y compañeros presentes.
Antes de iniciar quiero mandar un sincero y cálido abrazo a mis compañeras Alejandra “La Güera” Reynoso y a Jose que hoy no están aquí.
Desde acá quiero decirles que en el grupo las queremos mucho y que tenemos la absoluta certeza de que pronto estarán acá para seguir con nuestra causa.
Saludo, por supuesto también a las y los compañeros Senadores y, en especial a mis compañeros Senadores que son feministas, hasta que nos atravesamos en sus proyectos políticos y, por supuesto mi reconocimiento a los coordinadores que hoy nos acompañan en el Pleno.
Más de 100 años y las mujeres seguimos peleando por los derechos, nuestras mejores condiciones de vida, de salud, de educación, de oportunidades laborales, de justicia.
Es cierto, como ya lo han mencionado anteriormente, que en este Senado hemos dado cuenta en la aprobación de leyes que han, sin duda, mejorado el sistema reglamentario para mejorar la vida de las mujeres y de las niñas, y es aquí donde la oposición ha acompañado de manera firme y unánime cada una de estas leyes, que lo que buscan es garantizar justo eso, las mejores condiciones para las mexicanas.
Y aquí quiero hacer una pausa, y qué bueno que hoy nos acompaña la presidenta de la Comisión de Igualdad, hay una voz en común que nos requiere a todos, de nada sirven los avances legislativos ni que México ocupe un lugar vanguardista a nivel global por estos avances cuando las leyes han sido letra muerta, cuando en los hechos este gobierno se ha dedicado a desaparecer programas tan importantes, como son las estancias infantiles, los refugios para las mujeres que sufren violencia y las escuelas de tiempo completo.
No queramos simular las noticias diciendo que esta es una idea falsa, ahí está el presupuesto que de manera puntual ha sufrido disminuciones y que no tiene ni siquiera un valor inflacionario en comparación a lo que avanza el presupuesto cada día.
De nada sirve que legislemos cuando no se asegura que los derechos sean progresivos, de nada sirve si es el propio gobierno el que limita, descalifica y anula los avances que se generan en el país.
Señor Presidente de la República, desde aquí, de manera respetuosa y responsable, le digo que las mujeres no somos enemigas de su proyecto de Nación, le digo que al excluirnos y al no vernos nos ofende su desprecio, nos ofenden sus bardas, nos ofende que nos califique como vandalistas cuando este día se conmemoran los derechos de las mujeres.
No es su gobierno, señor Presidente, somos las mujeres exigiendo igualdad y libertad de derechos.
No es su gobierno lo que hoy importa, señor Presidente, es el reconocimiento a muchas violaciones que existen todavía y a la desigualdad en la agenda de las mujeres.
Sus palabras ofenden, ojalá que tuviera la empatía, pero sobre todo la solidaridad de emitir una disculpa pública por este desprecio que ha generado usted a las feministas que lo han acompañado en su proyecto de Nación.
A mis compañeras y compañeros Senadores, les digo que mientras exista desigualdad e injusticia para las mujeres aquí estaremos todas; que mientras existan niñas sin escuelas dignas y tiempo completo, aquí estaremos todas; que mientras exista la desigualdad cada 8 de marzo estaremos marchando en favor de los derechos de las mujeres, alzando la voz y buscando políticas públicas efectivas.
Solicitamos, de manera inmediata, que el discurso se acabe para las mujeres y que se asignen presupuestos eficientes para los programas que se han desaparecido.
Solicitamos, de manera inmediata, que el Presidente “tome cartas en el asunto” en el tema tan delicado de la desaparición de las instancias infantiles y de la agenda que todavía genera desigualdad en este país.
Solicitamos, de manera inmediata, hombres y mujeres feministas que defiendan las causas de México.
Gracias, Presidenta.
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