Discurso de la senadora Nadia Navarro Acevedo, para emitir el posicionamiento del Grupo Parlamentario del PAN, durante la sesión solemne con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer
Muchas gracias, Presidenta.
Compañeras, compañeros senadores integrantes de la Mesa Directiva.
25 de marzo de 1911, el incendio de una fábrica de camisas en Nueva York en el que murieron 123 mujeres que exigían condiciones laborales más justas es el hecho que marcó la lucha del inicio de los derechos de las mujeres.
Este es un buen escenario para hacer la reflexión de todos los derechos que hemos venido ganando, defendiendo desde entonces.
Este es un escenario que nos puede hacer reflexionar acerca de los cambios que faltan por implementar para alcanzar la igualdad de género, pero sobre todo para celebrar la valentía y la determinación de las mujeres que han jugado un papel determinante en la lucha para la defensa de los derechos de las mujeres.
Hoy estamos, gracias a esta lucha, en el mundo, esta Legislatura que es paritaria; hoy hay un sin precedentes en la matrícula de las escuelas, hay más niñas estudiando, hay más mujeres defendiendo los derechos que cada una de nosotros tiene.
En México por primera vez vemos a mujeres ocupando puestos directivos políticos de altos mandos desenvolviéndose como líderes sociales, realizando su mejor esfuerzo para tomar decisiones en mejoría de nuestro país.
Y aquí hay un stop para reconocer a esta Legislatura que ha sido tan importante, porque hoy, hoy compañeros vamos a promover y aprobar la violencia política; hoy compañeros en esta sesión vamos a seguir defendiendo los derechos de las mujeres y que quedan los anales de la historia, todas y todos ustedes van a quedar recordados como la generación paritaria y la generación que defendió palmo a palmo la redacción que hoy tipifica la violencia política.
Sin embargo y a pesar de estos logros, el informe del secretario general de las Naciones Unidas sobre la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing señala que la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo un problema generalizado, por eso ante esta situación el pasado 8 de marzo niñas y mujeres y abuelas salieron a caminar y a tomar el espacio público, ese espacio público que tanto les ha sido negado, este espacio público que tanto las ha violentado; salieron de sus casas a recordarle y a gritarle a este país que tanto hemos amado, qué difícil y qué tardado ha sido el reconocimiento de los derechos.
Salimos a la calle para decir que vamos a seguir peleando, que hoy más que nunca necesitamos a mujeres aliadas y hombres que quieran participar en la defensa de nuestros derechos.
Este día de su trinchera acompañamos a esta nueva generación de jóvenes feministas que portan el estandarte del feminismo con tanto orgullo, cómo quisiera que las primeras feministas las hubieran visto caminar con esa libertad, con ese arrojo, con esa valentía a la que las ha conducido la maldita violencia y el maldito patriarcado, porque te quede claro para ustedes compañeros, el feminismo no tiene enemigos en los hombres, el feminismo tiene su mayor enemigo en el patriarcado y ahí hemos cabido mujeres y hombres, lamentablemente, y por eso contra el patriarcado es que estamos luchando para generar condiciones mejores en este país.
Por eso quiero decirles hoy, a nombre del Grupo Parlamentario de Acción Nacional que me da la oportunidad de poder dirigirme al país y a ustedes compañeros del Senado, que vamos a seguir defendiendo los derechos de las mujeres, que vamos a continuar con el compromiso de generar una sociedad más humana, una patria generosa donde quepamos todas y todos.
Y desde aquí en reconocimiento a la canción “Sin miedo”, que este colectivo ha gritado a México y al mundo, porque nos queremos todas, porque nos queremos vivas.
Y como dice la canción: “Y retiemble en sus centros la tierra, al sonoro rugir del amor”.
Muchas gracias.
ooOoo