Versión de la intervención en tribuna de la senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, para referirse al Día Internacional del Cáncer Infantil
Con su permiso, presidente.
En México cada año miles de niños luchan por su vida, luchan contra el cáncer con un valor, con determinación y esperanza que debería ser inspiración para todos y para todas.
En nuestro país anualmente, como lo han dicho, se diagnostican más de cinco mil nuevos casos de cáncer infantil, de los cuales, según el Inegi, más de la mitad son por leucemia.
Cuando se diagnostica el cáncer a un niño se afecta a toda la familia y a toda la comunidad. Siempre está presente el miedo, la angustia, el riesgo de la muerte y los tratamientos que son costosos.
Hoy, hoy que conmemoramos el Día Internacional del Cáncer Infantil quiero empezar honrando las vidas de niñas y niños que han fallecido por este mal. Niñas y niños que fueron diagnosticados demasiado tarde, pero también que se nos fueron demasiado pronto, dejando un enorme vacío en sus seres queridos.
El cáncer sigue siendo la principal causa de muerte por enfermedad entre niñas y niños menores de 15 años, sólo superada por las muertes por accidentes.
Según el Inegi más de mil 300 menores de 14 años perdieron la vida por tumores malignos en el 2021. No tenemos aún la información del año pasado, pero qué significa esto, significa que están perdiendo la vida alrededor de 22 niñas y niños cada año. Qué significa esto, que el cáncer no perdona, no espera, no se detiene. Por eso es necesaria la detección y tratamiento oportuno.
Se estima que el 70 por ciento de los casos se detecta ya en etapas avanzadas, lo que implica una cirugía mayor o un tratamiento más intenso y más agresivo.
Contar con los medicamentos con el tratamiento en el momento oportuno debe ser la diferencia entre la vida y la muerte y por ello es importante que el abasto de medicinas exista, que se garantice.
Los padres y madres de familia han tenido que manifestarse, salir a las calles, reclaman que sus bebés, que sus niños tengan la oportunidad de vivir como cualquiera lo haría.
El interés superior de la niñez no puede venir después de un tren o de una refinería o de un aeropuerto. El interés superior de la niñez tiene que estar presente todos los días y es obligación del Estado la atención adecuada en el momento oportuno.
Es también indispensable que los últimos avances en salud lleguen a todas y todos los mexicanos, incluidos los más pobres, porque tras la desaparición del Seguro Popular, según el Coneval, no son mis datos, son los datos del Coneval la carencia de acceso a los servicios de salud, pasó del 16.2 por ciento al 28.2 por ciento.
Llamo especialmente a los padres de familia a estar atentos en los síntomas más visibles en los hijos, el sangrado frecuente de nariz o de encías al cepillarse los dientes, la fiebre sin una causa aparente, puntos rojos o morados en la piel, moretones sin causa aparente.
Ante cualquiera de estos síntomas que se hagan los estudios necesarios para descartar la enfermedad en sus hijos, en sus hijas.
Porque miren, por ejemplo, en Guanajuato el tamizaje que se aplica a los menores de edad no es solamente cuando se sienten mal, cuando acuden a su primer cita al servicio de salud estatal, entonces se les realiza el tamiz para ver si puede ser o trae algún síntoma con cáncer infantil, que normalmente son las leucemias.
¿Y esto qué ha permitido? Que el porcentaje de supervivencia sea de casi el 80 por ciento, que puedan superar esta enfermedad mientras la media nacional es arriba del 50 por ciento. Esta es la diferencia entre un sistema de salud eficiente y un sistema de salud con carencias, como lo es el federal.
Y antes de concluir quiero hacer una reflexión, porque en el mes de diciembre se llevaron a cabo lo que debió haber sido una licitación, pero que como todo ha sido adjudicación directa y ahí medicamentos oncológicos. Y está la prueba al alcance de todos porque las adjudicaciones que se hicieron, por ejemplo del IMSS pueden encontrar el 22 de diciembre esta licitación, medicamento de importación porque en México lo hay, pero miren ese no es el tema.
No importa de dónde venga el medicamento, pero lo que sí, lo que sí me parece preocupante es el sobre precio en cómo adjudican los contratos. Un medicamento oncológico que le asignan tres mil pesos esa adjudicación y ustedes lo pueden buscar en internet y lo van a encontrar dos mil 95 precio al público. Es decir, un sobre precio de más del 50 por ciento.
Y entonces, que no nos digan que no alcanza, que no nos digan que hay limitaciones. Hay que combatir la corrupción porque esa es la diferencia entre la vida y la muerte también de las niñas y niños con cáncer.
Y por eso quiero finalizar, primero, rindiendo un homenaje a todos los médicos, a los profesionales de salud, por su esfuerzo, dedicación diaria para salvar las vidas de los pequeños más vulnerables.
Gracias también a las organizaciones de la sociedad civil, Amac, Nariz Roja y muchas otras por su trabajo desinteresado.
Gracias al trabajo conjunto de varias organizaciones de la sociedad civil se tienen las herramientas, los contenidos para que pronto tengamos y desarrollemos, y ojalá aprobemos aquí la Ley General de Cáncer que aún no está en nuestro país.
Gracias a todos los voluntarios que se unen con sus campañas, desde una tapita, desde el pet, porque con e so están ayudando también en los tratamientos para niñas y niños con cáncer.
Gracias a todos por su ayuda y por traer esperanza cuando más se necesita. Gracias a las niñas y los niños que todos los días dan la batalla, que no se dan por vencidos, que son esos pequeños guerreros que nos dan ejemplo con su vida.
Sigamos juntos, luchando por vencer el cáncer infantil de todas las niñas y niños en México. Luchemos para que puedan tener vida. Luchemos para que puedan mejorar sus condiciones y luchemos también porque en nuestras manos el que se pueda tener un sistema de salud más eficiente.
Por la vida, por las niñas y por lo niños es nuestro compromiso desde el Senado de la República.
Es cuanto, presidente.
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