22 de febrero de 2023
Versión de la intervención en tribuna del senador Juan Antonio Martín del Campo Martín del Campo, para referirse al proyecto de decreto por el que se expide la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano
Gracias a la Presidencia.
El día de ayer 21 de febrero fue discutido y aprobado en las comisiones el proyecto de decreto por el cual se expide la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano.
Durante la reunión de comisiones unidas propuse la organización de un parlamento abierto con el objetivo de escuchar a las personas expertas en la materia y poder ajustar los esfuerzos legislativos para desarrollar una iniciativa adecuada a los tiempos que hoy estamos viviendo.
Desgraciadamente esto no se dio, no se tuvo eco. En lo personal, me hubiese gustado escuchar al Colegio de Pilotos, a la Agencia Federal de Aviación.
¿Y qué es lo que va a pasar con los controladores aéreos? Yo creo que hay muchísimas preguntas todavía y tenemos varias dudas las senadoras y los senadores.
Por lo tanto, simple y sencillamente se utilizó, como ya es costumbre, lo que es el mayoriteo, como se hacía en ese pasado que tanto han criticado, pero que lo siguen replicando.
Vemos aspectos positivos en esta iniciativa, pero también algunos riesgos.
Durante este sexenio el gobierno federal ha trasladado a las Fuerzas Armadas más de 200 tareas civiles. Desde la construcción de obras, la distribución de vacunas, reparto de libros de texto gratuito, el control de la migración.
También la entrega de recursos multimillonarios, labores para encontrar prófugos, control de aduanas, remodelación de hospitales, cuidado de playas en épocas vacacionales, entrega de juguetes el día de reyes, entre otras y tantas actividades que en este caso ha tenido el Ejército mexicano.
Desgraciadamente, como consecuencia de esta ley se continúa asignando a la Sedena tareas de vigilancia en custodia relacionado con carácter civil, lo cual es contrario al texto del artículo 129 constitucional, que regula la acción de las Fuerzas Armadas de manera excepcional, al mandatar que en tiempos de paz las Fuerzas Armadas no pueden ejercer más funciones de las que dicta la ley y las que dicta precisamente nuestra Constitución.
El objetivo de esta iniciativa es establecer y regular las medidas, acciones y procedimientos para preservar la seguridad y la soberanía e independencia nacional del espacio aéreo mexicano.
Tiene su origen a raíz de la detección de irregularidades en las operaciones de aviación privada, como licencias de vuelos falsos, suplantación de identidad, aeronaves sin documentación, transporte ilegal de hidrocarburos y drogas, operación de pistas clandestinas, funcionarios que facilitan vuelos ilícitos al no desempeñar sus funciones adecuadamente y, por lo tanto, la corrupción. En eso estamos de acuerdo, que se termine con la parte de la corrupción.
Esta ley crea también un sistema de vigilancia y protección del espacio aéreo mexicano integrado por la Sedena, Secretaría de Marina, Secretaría de Comunicaciones, Infraestructura, la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana y la Secretaría de Gobernación, el cual tiene como objetivo la coordinación entre las dependencias y entidades de la administración pública federal que lo integran para inhibir y contrarrestar las operaciones aéreas ilícitas que atentan contra la seguridad nacional.
Teniendo el mando de la coordinación la Sedena, que además de encontrarse con esas facultades y esas disposiciones técnicas y administrativas, es necesario para el cumplimiento precisamente de esta ley.
Una vez nos preguntamos: ¿más y más facultades a nuestras Fuerzas Armadas?
Además, se crea un Consejo Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo, la facultad principal de este Consejo será establecer los procedimientos de actuación para detección, identificación, intercepción aérea y seguimiento de aeronaves que devengan un alteramiento aéreo, así como (inaudible) a las policías de coordinación e intercambio de información entre las dependencias y entidades de la administración pública federal para garantizar la protección del espacio aéreo mexicano.
Una vez más, desgraciadamente, este Consejo no cederá el voto a la participación de la sociedad civil.
¿Por qué no se le da participación a expertos civiles?, ellos también deben de tomar decisiones y pueden hacer muchísimas aportaciones.
En el Grupo Parlamentario del PAN estamos a favor de proteger y salvaguardar la soberanía nacional a través de una normativa que garantice la seguridad del espacio aéreo y contrarreste todos aquellos vuelos ilícitos que pongan en riesgo la seguridad de la aviación.
Nos preocupa una excesiva militarización sobre el espacio aéreo que puede ocasionar efectos negativos en el sector de la aviación comercial y de carga, que tenga efectos en la productividad y en la competitividad de este sector.
En Acción Nacional queremos un marco justo que garantice certidumbre y que al mismo tiempo su regulación no sea un lastre, sino un impulso a un sector que requiere de mayores apoyos y sobre todo una consolidación de la aviación. Hoy más que nunca tenemos que apostarle precisamente a esto.
Y nada más, por último, decirles: hoy hemos bajado de categoría en lo que son los espacios aéreos, ¿por qué darle pues más facultades a la Sedena cuando no hemos cumplido y cuando no hemos pasado a categoría 1?
Es cuanto, Presidente.
ooOoo