Intervención de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, al presentar tres dictámenes de las comisiones unidas de Asuntos Indígenas y de Estudios Legislativos Primera.
4 de noviembre de 2022
Versión de la intervención de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, al presentar tres dictámenes de las comisiones unidas de Asuntos Indígenas y de Estudios Legislativos Primera
Muchas gracias.
Con su permiso, señora presidenta, me voy a referir a los tres dictámenes en una sola intervención.
El primero es un proyecto de decreto por el que se declara el 6 de marzo de cada año como el “Día Nacional de la Mujer Afromexicana”, de la Senadora Gricelda Valencia de la Mora, del partido Morena.
El segundo dictamen es un proyecto de decreto por el que se declara el 21 de noviembre de cada año como el “Día Nacional de la Niña Indígena y Afromexicana”, de la Diputada Paulina Rubio Fernández, del Partido Acción Nacional.
Y el tercer dictamen es un proyecto de decreto por el que se declara el 9 de agosto, que ya existía, pero se renombra como el “Día Nacional de los Pueblos, Comunidades y Personas Indígenas y Afromexicanas”, de la Diputada Irma Juan Carlos, del Partido Morena.
Apenas hace 30 años que en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se reconoció que los integrantes de los pueblos indígenas son sustento de la nación mexicana, territorio que habitaban sus ancestros hace cientos de años y apenas hace tres años que en esta misma Constitución se reconoció que los integrantes de los pueblos afromexicanos son también sustento de la nación, cuando sus antepasados comenzaron a llegar hace cinco siglos.
Este reconocimiento aplica hoy en día a más de 23 millones de personas indígenas, 7 millones de ellos aportan la riqueza y diversidad lingüística de nuestro país, con voces como el náhuatl, maya, tzeltal, tzotzil, zapoteco, mixteco, entre las 68 lenguas indígenas identificadas.
Las 2.6 millones de personas de pueblos afromexicanos, quienes radican principalmente en la costa chica de Guerrero y Oaxaca, la tierra caliente de Michoacán, la región de Yanga, en Veracruz y la comunidad mascoga, en Coahuila, son mexicanos descendientes de mujeres y hombres secuestrados de diversas regiones de África y de las Antillas para ser esclavizados en el período virreinal, así como descendientes de huidos de las entidades esclavistas del sur de Estados Unidos.
A pesar de sus aportaciones a la vida económica, social, cultural y política de la nación, desde que este territorio ingresó a la historia occidental las y los integrantes de los pueblos indígenas y afromexicanos aún viven discriminación racial y en sus comunidades se registran altos índices de pobreza y marginación, y tienen enormes dificultades para acceder al trabajo, educación y servicios de salud, infraestructura y justicia adecuados.
Por tal motivo, hay consenso en el contenido de los dictámenes, el establecimiento de estos días nacionales de las mujeres, de las niñas, de los pueblos indígenas y afromexicanos, puede contribuir a visibilizar su existencia, pero también reconocer los aportes de estos mexicanos a la nación.
Agradezco el apoyo de mis colegas Senadoras y Senadores integrantes de la Comisión de Asuntos Indígenas, a Susana Harp, a Nuvia Mayorga, a Casimiro Méndez, a Nestora Salgado, a Citlalli Hernández, a Celeste Sánchez, a Verónica Camino Farjat, a Lucy Meza y por supuesto al Senador Noé Castañón, para sacar adelante estas iniciativas.
Me complace que lo logremos todas las fracciones parlamentarias representadas en la comisión, estar de acuerdo en decisiones y actos de justicia para los pueblos indígenas y afromexicanos es indispensable.
No se trata de agregar una, tres o cuatro fechas más al calendario cívico, es utilizar la cuenta de los días para ratificar nuestro reconocimiento y apreciar lo que históricamente han aportado en vida y patrimonio en la construcción de nuestro país a pesar de la marginación, explotación y discriminación, para honrar su presencia, esa que hace de México una nación rica y diversa; para recordar a las instituciones públicas que es necesario respetar sus derechos y cumplir sus obligaciones de programas de políticas públicas, para garantizar a esta población presupuestos suficientes para educación, salud y servicios.
Recuerden que 8 de cada 10 personas indígenas viven en pobreza.
Para recordar a la sociedad en general que las y los integrantes de los pueblos indígenas y afromexicanos de todas las edades son tan mexicanos como todas y todos los demás mexicanos.
Esto es más que suficiente para que se vote a favor de los dictámenes y sean enviados a la Colegisladora para que se proceda a su atención.
Todo esto basta para que no quede meramente en papel el contenido de los dictámenes, que cada año el 6 de marzo se conmemore el “Día Nacional de la Mujer Afromexicana”, el 9 de agosto como el “Día Nacional de los Pueblos, Comunidades y Personas Indígenas y Afromexicanas”, y el 21 de noviembre como el Día “Nacional de la Niña Indígena y Afromexicana,” pero, sobre todo, para mantener en la memoria colectiva que los pueblos indígenas y afromexicanos son el sustento originario de esta gran nación mexicana.
Por su atención, muchas gracias.
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