Intervención en tribuna de la senadora Minerva Hernández Ramos, para presentar diversos dictámenes a nombre de la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias.
18 de octubre de 2022
Versión de la intervención en tribuna de la senadora Minerva Hernández Ramos, para presentar diversos dictámenes a nombre de la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias
Con su venía, presidente.
Quisiera yo pedir a la Mesa Directiva una intervención presentando varios dictámenes que hoy se van a someter a votación en un solo momento y, pues solicito a la Presidencia su deferencia con el tiempo de exposición.
A nombre de las y los Senadores que integramos la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, se presentan ante el Pleno de esta soberanía los dictámenes relativos a:
El proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 19, 21, 22 y 23 del Reglamento del Senado de la República, con relación al régimen de responsabilidades administrativas de las y los Senadores.
El proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 218, numeral 1, y 277, numeral 4, así como se adiciona un numeral 5 al artículo 277. Todos ellos del Reglamento del Senado de la República, con relación a la conclusión del trámite del proceso legislativo de las proposiciones con punto de acuerdo.
Y dos proyectos de decreto por el que se solicita inscribir con letras doradas en el Muro de Honor del Salón de Sesiones de esta soberanía las leyendas: A “Rudesindo Cantarell Jiménez” y “Benito Juárez, Benemérito de las Américas”.
En este mismo orden, brevemente comentaré el contenido de los dictámenes que hoy se someten a votación.
Dictaminamos la iniciativa de la Senadora Claudia Anaya, del PRI en la que propuso la armonización de conceptos de responsabilidad administrativa de servidores públicos, que le son aplicables a quienes integramos esta soberanía, conforme a lo establecido por la ley general de la materia, una de las llamadas siete leyes anticorrupción, de 2016 que derivaron en la reforma constitucional anticorrupción de 2015.
En efecto, la Ley General de Responsabilidades Administrativas, tiene por objeto distribuir competencias entre los órdenes de gobierno para establecer las responsabilidades administrativas de los servidores públicos, sus obligaciones, las sanciones aplicables por los actos u omisiones en que estos incurran y las que correspondan a los particulares vinculados con faltas administrativas graves, así como los procedimientos para su aplicación.
En este sentido, es necesario subsanar las deficiencias jurídicas y dejar con precisión legal el procedimiento de sanciones y responsabilidades en el marco regulatorio del Senado de la República.
En el dictamen, se precisa la distinción entre la abrogación de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y la derogación de ciertos títulos de la diversa Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, lo cual debe ser considerado para determinar los alcances del régimen de responsabilidades de las y los Senadores.
Asimismo, se actualizó el tratamiento legal para la responsabilidad administrativa de los servidores públicos del Senado, quienes serán sancionados por el Órgano Interno de Control conforme a los procedimientos establecidos.
Las consideraciones anteriores fueron votadas favorablemente por la totalidad de quienes integramos la Comisión de Reglamentos y con ese respaldo se pide a las y los Senadores de este Pleno su voto en pro de este dictamen.
Otro dictamen que presento a nombre de la comisión correspondió a una iniciativa presentada por el Senador Roberto Moya, del PAN, quien planteó las proposiciones, con punto de acuerdo no dictaminadas dentro del período ordinario de sesiones en el que fueron presentadas, se tengan por concluidas, procediéndose a descargar los turnos y enviar los expedientes al Archivo Histórico y Memoria Legislativa para su resguardo.
Sobre este tema, debemos considerar la práctica parlamentaria que prevalece en el Congreso de la Unión, pues es común que la Mesa Directiva de ambas cámaras emita los acuerdos para la conclusión de las proposiciones con punto de acuerdo que no han recibido dictamen.
En el caso de esta soberanía, del Senado de la República, el acuerdo más reciente de este tipo es del 5 de octubre del 2021, en el que expresamente se reconoce que el Reglamento del Senado no incorpora un procedimiento que permita abatir las proposiciones, con punto de acuerdo pendientes de dictamen.
Conforme a la numeralia que se expone en dicho acuerdo, el 31 de agosto de 2021 habría un registro de mil 960 puntos de acuerdo no dictaminados en este Senado, dándose por concluido el procedimiento respecto de los que fueron presentados durante la LXII y LXII y LXIV legislaturas.
Estaremos de acuerdo en que es necesario terminar con el rezago legislativo para dar productividad a la actividad parlamentaria, por ello es que las proposiciones con punto de acuerdo no dictaminadas del período ordinario se tendrán por concluida, procediéndose a descargar los turnos y enviar los expedientes al Archivo Histórico y Memoria Legislativa, toda vez que en la mayoría de las ocasiones se trata de asuntos que han sido atendidos o han cumplido su propósito.
Es por lo anterior que pido a esta Asamblea también su voto favorable para el referido dictamen.
Ahora bien, me referiré a los últimos dos dictámenes apelando a su comprensión en el tiempo de exposición.
Uno de estos dictámenes tiene que ver con la propuesta de la Senadora Rocío Abreu Artiñano, de Morena e integrante de esta Comisión de Reglamentos, para que el nombre de Rudesindo Cantarell fuera inscrito en letras de oro.
El instituto Mexicano del Petróleo refiere que fue en julio de 1961 cuanto Cantarell Jiménez se encontraba navegando la zona marítima de la prolongación submarina de la Península de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, así como los países de Belice y Guatemala que se conoce como Sonda de Campeche, cuando divisó una mancha negra sobre el agua en la que se formaban burbujas que venían de las profundidades, por lo que mencionó a sus compañeros pescadores que seguramente se trataba de petróleo.
Pasaron siete años, y en 1968 se mencionó el hallazgo con un trabajador de Pemex, quien le sugirió hablar del caso con personal competente de la petrolera.
Fue en 1971, que Rudesindo Cantarell, en la súper intendencia de explotación de Pemex en Coatzacoalcos e informó del suceso.
En 1974, se llevaron a cabo las primeras exploraciones resultando en el mayor yacimiento petrolero de América y el segundo más grande del mundo.
Hacia 1979, que comenzó la explotación del yacimiento, México pasó de importar seis mil barriles diarios, a exportar 37 mil barriles diarios, lo que posicionó a nuestro país como el séptimo; este yacimiento fue nombrado Complejo Cantarell en honor a su descubridor.
En junio de 2009, el Complejo Cantarell cumplió 30 años de vida productiva, cinco años antes, en 2004, había alcanzado su nivel máximo de producción de petróleo crudo, 2.2 millones de barriles diarios.
El ex director de Pemex, Adrián Lajous, refiere que a partir de ese año inició la declinación de este campo; al término de 2008 se habían extraído más de las tres cuartas partes de las reservas originales de crudo, hasta llegar a los 65.26 millones de barriles diarios, calculados a septiembre de 2021.
Por la contribución que el descubrimiento de Rudesindo Cantarell hizo al patrimonio nacional, sirva este homenaje para que las generaciones futuras sepan de su legado, por lo que se pide el voto favorable de esta Asamblea.
El siguiente dictamen está relacionado con la propuesta del Senador Raúl Bolaños Cacho Cué, parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, para inscribir en letras de oro la leyenda: “Benito Juárez, Benemérito de las Américas”.
Benito Pablo Juárez García, nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca el 21 de marzo de 1806, fue hijo de indios zapotecas agricultores y aprendió a hablar el español a los 13 años de edad cuando se trasladó a la ciudad capital de Oaxaca.
El Presidente Senador Alejandro Armenta Mier: Concluya, Senadora, por favor.
La Senadora Minerva Hernández Ramos: Se matriculó en el Seminario de la Santa Cruz donde estudió latín, filosofía y concluyó el bachillerato en 1827; seis años después se recibió de abogado en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.
Benito Pablo Juárez García, dejó un legado institucional político y jurídico que trascendió más allá de nuestras fronteras.
Indudablemente hoy no podríamos entender la fortaleza de nuestras instituciones, sin el referente del pensamiento juarista. Esto es, las ideas de la supremacía constitucional de la fe en la República, el imperio de la ley, de la secularización del Estado, de la libertad de culto y, por supuesto, de la libertad de los pueblos.
Es importante señalar que el 18 de abril de 1873, el honorable Congreso de la Unión decretó declarar benemérito de la patria en grado heroico a Benito Juárez y fijas su nombre con letras de oro en el salón de sesiones del Honorable Congreso de la Unión, tal como puede apreciarse en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Por lo que resulta impostergable que en el muro de honor de esta soberanía también se le rinda homenaje a este gran hombre y a sus ideales haciendo una valoración de los méritos, virtudes, grado de eminencia, portaciones y servicios a la patria es que se pide el voto favorable de esta soberanía para este dictamen.
Senador presidente, quiero aludir también a otro de los dictámenes que, en coordinación con la Colegisladora, Comisión de Salud, hemos dictaminado también en esta Comisión de Reglamento y Prácticas Parlamentarias, donde los Senadores y Senadoras que integramos esta comisión aprobamos por unanimidad el dictamen para inscribir en letras doradas en el muro de honor de esta soberanía la leyenda “Al Personal de Salud por sus Incansables Esfuerzos para Combatir la Pandemia por la Covid-19”.
Quizás ya lo olvidamos, y eso es común, al paso del tiempo tendremos que olvidar las circunstancias que nos fueron adversas y nos reconfortamos diciéndonos que en estas épocas aciagas todos fuimos estoicos.
Pero seamos sinceros y seamos honestos, seamos íntegros, cuando comenzaron las noticias sobre los contagios por el coronavirus y sus efectos letales tuvimos miedo, nos preocupaba nuestra salud y la de nuestra familia…
El Presidente Senador Alejandro Armenta Mier: Concluya, Senadora.
La Senadora Minerva Hernández Ramos: Temíamos a esa afección que nos era totalmente desconocida y sentíamos una incertidumbre creciente por la ausencia de algún tratamiento que nos permitiera alcanzar la inmunidad en el corto plazo.
Recuerdo haber visto en las noticias cómo los hospitales no se daban abasto para atender a los infectados y sentir un nudo en la garganta cuando me enteraba de que una persona cercana había sido contagiada y tenía que aislarse de su familia, o incluso ser intubada y compartir la zozobra ante las pocas esperanzas de una recuperación plena.
Muchos de nosotros lloramos la pérdida de nuestros seres queridos. Durante la pandemia se cumplieron nuestras peores pesadillas, padres que no tenían que haber despedido a sus hijos, familiares o amigos que nos fueron arrebatados antes de tiempo y la impotencia de recibir la noticia de un fallecimiento sin haber podido despedirnos y abrazarnos por última vez.
Durante todos estos eventos quienes siempre estuvieron ahí, en la primera línea de batalla, en la lucha contra la Covid-19 fueron el personal de salud que hoy fue galardonado con la Medalla Belisario Domínguez.
Nuestros médicos y doctores de todas las especialidades, enfermeros, camilleros, laboratoristas, técnicos de análisis, personal de limpieza, trabajadores sociales, recepcionistas, vigilantes, en absoluto todo el personal de salud y sanitario de nuestros hospitales estuvieron dedicados a atender a los pacientes infectados y hacer frente a esta pandemia.
El personal de salud y sanitario cumplió a cabalidad con la vieja ordenanza de los soldados que defienden a su patria, fueron los primeros en entrar y los últimos en salir. Todos ellos fueron quienes estoicamente soportaron las vejaciones sufridas por la ignorancia y temor de sus compatriotas quienes estuvieron separados por completo de sus familias y para quienes al reconocer su labor y entrega resultan insuficientes todos los lugares comunes porque, efectivamente, se entregaron en cuerpo y alma, de día y de noche, contra viento y marea a combatir la pandemia de la Covid-19.
Que en aras de honrar sus incansables esfuerzos y que de las generaciones futuras no olviden jamás su legado, sean estas letras de oro homenaje que nuestra soberanía les rinde.
Es cuanto, Senador presidente.
Gracias por su comprensión en el tiempo con el uso de la voz.
ooOoo