Intervención en tribuna de la senadora Minerva Hernández Ramos, para presentar proyecto de decreto por el que se reforma la fracción I del artículo 151 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta y se deroga el numeral 6 del inciso b) de la fracción I del artículo 2o.-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.
10 de febrero de 2022
Versión de la intervención en tribuna de la senadora Minerva Hernández Ramos, para presentar proyecto de decreto por el que se reforma la fracción I del artículo 151 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta y se deroga el numeral 6 del inciso b) de la fracción I del artículo 2o.-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado
Con su venia, señora presidenta.
Sé bien que aquí somos muchos los que tenemos un especial cariño por las mascotas, a botepronto se me vienen a la menta mis amigos Senadores Alejandro Armenta, Rocío Abreu, Jorge Carlos Ramírez Marín, Miguel Ángel Mancera o Verónica Delgadillo quienes han hecho valiosas propuestas legislativas para el bienestar de los animales de compañía.
También sé que ellos no son los únicos y que muchos otras Senadoras y Senadores, cuyos esfuerzos se han orientado a mejorar las condiciones de vida de perros, gatos y pequeñas especies y con quienes me disculpo por no mencionarlos por su nombre en este momento.
La integración de este Senado es un reflejo de la sociedad mexicana y así como aquí somos muchos los que mostramos nuestro aprecio por las mascotas, del mismo modo sucede en nuestro país, donde siete de cada 10 hogares tienen una mascota, estamos hablando de alrededor de 80 millones de animalitos y de más de la mitad de estos son perros y son más de 16 millones de gatos y otros 20 millones más entre aves, peces, reptiles, hámster u otras pequeñas especies.
Lamentablemente las cifras reportan que apenas el 40 % de la población responde afirmativamente cuando se les pregunta si se hicieron cargo del limpiar, alimentar o cuidar a sus mascotas en el hogar.
Y si nos ponemos a analizar con mayor detalle, es mucho menor la proporción de personas que procuraron el bienestar de sus mascotas llevándolas al veterinario.
Esta situación se acentúa, cuando la crisis sanitaria, derivada del Covid-19 y el estancamiento económico que estamos viviendo, las cifras oficiales reportan una caída significativa en el gasto total de los hogares dedicado a los servicios veterinarios para mascotas prestados por el sector privado.
Si eso pasa con los gastos veterinarios, pues ni se diga con los alimentos, ya que los análisis de mercado en las tiendas departamentales demuestran que, a raíz de la crisis sanitaria y económica, derivada del Covid, todos buscamos opciones más económicas para el alimento de nuestras mascotas y apenas, en diciembre pasado, la resolución miscelánea del SAT nos recordó que para este 2022 el alimento para mascotas seguirá estando gravado con el 16 % del IVA.
Por otra parte, no podemos ignorar que muchas legislaciones locales establecen medida para el bienestar de mascotas y animales de compañía.
Por ejemplo, son alimentarlos, revisiones veterinarias, proporcionarles un esquema de vacunación completo, hacer un procedimiento de esterilización que impida la reproducción no deseada y sin control, entre muchas otras.
Sin embargo, dado que no existen incentivos suficientes para que la población cumpla con estas obligaciones y siendo insuficiente la atención veterinaria gratuitas que dan algunas universidades públicas, instituciones de salud públicas o instituciones de asistencia privada, tenemos por resultado que México es uno de los países con mayores índices de perros y gatos abandonados que terminan viviendo en la calle, de sobrepoblación en albergues, somos el deshonroso, tercer lugar internacional en maltrato animal y el primero en América Latina.
Por eso propongo que los honorarios veterinarios y los gastos hospitalarios que se deriven para la atención de mascotas y pequeñas especies puedan ser deducibles del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Y, para que podamos alimentar mejor a nuestras mascotas, también propongo que su alimento esté gravado con la tasa del cero %, tal como sucede con los productos destinados a la alimentación humana e, incluso, a la alimentación de los animales que se ocupan en las actividades agrícolas, ganaderas o pecuarias.
Confío en que la aprobación de estas reformas ayudará a que nosotros, como población mexicana, demos un trato más digno y respetuoso, un trato más humano a nuestras mascotas.
Es cuanto, Senadora presidenta.
Muchas gracias.
ooOoo