Intervención de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, al participar en la discusión de diversos dictámenes de las comisiones Unidas de Asuntos Fronterizos y Migratorios, y de Estudios Legislativos Segunda.
14 de diciembre de 2021
Versión de la intervención de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, al participar en la discusión de diversos dictámenes de las comisiones Unidas de Asuntos Fronterizos y Migratorios, y de Estudios Legislativos Segunda
Con la venia de la Presidencia me dirigiré, hablaré sobre dos de los dictámenes que el día de hoy estamos discutiendo.
Honorable Asamblea, la migración es un derecho humano fundamental y una aspiración humana legítima, quienes migran asumen riesgos y costos a veces muy considerables, en muchas ocasiones migrar es una decisión de alto riesgo y más cuando las naciones de tránsito de migrantes no pueden garantizar el respeto a los derechos humanos de quienes deciden dejar sus países de origen.
Hoy México no es un país seguro para las y los migrantes, quienes transitan por nuestro país suelen ser víctimas de grupos criminales que los extorsionan, secuestran, asesina, abusan de ellos. También tienen que enfrentarse a las autoridades migratorias corruptas que los explotan con fines de beneficio personal.
La Guardia Nacional desplegada en nuestra frontera sur no está preparada adecuadamente para ofrecer, a quienes migran, un trato acorde con su dignidad; los elementos de la Guardia Nacional carecen de protocolos de atención y de la formación necesaria en materia de derechos humanos, migración y refugio.
Los enfrentamientos entre las autoridades y las personas que emigran son hechos que todas y todos debemos lamentar.
Hace un par de días, una caravana migrante que buscaba llegar al recinto de la Virgen de Guadalupe fue reprimida por un gobierno que se dice de vanguardia, por un gobierno que dice que defiende y promueve libertades, pero que en los hechos los limita.
Es indispensable, ahora más que nunca imprimirle un giro a nuestra política migratoria y enfrentar, de forma decidida la corrupción y las redes de tráfico y trata de personas.
Hoy aprobaremos que en las estaciones migratorias se dé un trato digno y respetuoso de los derechos humanos. No obstante, cualquier reforma legal será insuficiente, mientras que en México se mantenga una política migratoria que criminaliza a los migrantes.
Necesitamos un gobierno sensible que valore y aprecie la dignidad y que en lugar de construir muros humanos tiendan puentes hacia la libertad y la prosperidad. Nada ni nadie debe de estar por encima de la dignidad humana.
Con la aprobación de esta reforma, damos al Ejecutivo Federal una clara señal de que nos preocupa la situación de las personas que optan por migrar. Esperemos que pronto este gobierno corrija el rumbo.
Es injusto que miles de personas tengan que transitar con miedo por México. Es indispensable garantizar una migración ordenada, regular y segura y, hoy más que nunca, ante la cantidad de solicitantes de asilo que permanecerán en nuestro país, debemos darles esperanza y garantías mínimas de seguridad en lugar de reprimirlos haciendo uso desproporcionado de la fuerza.
Asimismo, me voy a referir al dictamen que se refiere al refugio y asilo, el refugio y asilo son derechos fundamentales previstos en el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Asimismo, la dignidad humana es el derecho que tenemos todos los seres humanos a ser valorados como sujetos individuales y sociales con nuestras características particulares por el único hecho de ser personas.
Históricamente México se ha caracterizado por su vocación se asilo, nos hemos enriquecido con las importantes aportaciones de personas que han huido de sus naciones de origen, víctimas de la persecución la violencia y la inestabilidad política.
La minuta que hoy discutimos honra esta rica tradición, al incorporar la perspectiva intercultural y la movilidad humana.
En el grupo parlamentario de Acción Nacional votaremos a favor de este dictamen, ya que prevé la inclusión de las personas en un plano de equidad real y dignidad humana y de salvaguarda respeto y ejercicio de las libertades y derechos humanos.
La crisis política y de violencia que se vive en varios países de América Central y de América Latina, está detonando cada vez más solicitudes de asilo a nuestro país.
Miles de personas atraviesan también nuestro país buscando asilo en los Estados Unidos de América en condiciones inhumanas, siendo hostigados por las autoridades y los grupos criminales dedicados al tráfico y trata de personas.
Todas las personas que van a permanecer en nuestro territorio por la aplicación del Programa “Remain in México”, tendrán que esperar una respuesta por parte de las cortes norteamericanas, sin que su larga espera sea garantía de que les otorguen el refugio.
En los hechos somos de nuevo el patio trasero de los Estados Unidos de América, incapaces de ser en realidad un tercer país seguros, azotados por la inseguridad y la corrupción gubernamental.
La decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de mantener un programa que se había suspendido tendrá consecuencias graves e insospechadas para nuestro país si no se dan pasos importantes para combatir la trata y tráfico de personas.
Saludamos y aplaudimos la decisión del gobierno federal de ser parte de un esfuerzo global con la creación de un grupo de acción inmediata contra el tráfico de personas, desafortunadamente este grupo se ha limitado, en su función, al combatir al grupo responsable de la tragedia que costó la vida de 55 migrantes en Chiapas, y esto es insuficiente.
Es indispensable un esfuerzo regional para combatir la corrupción y la colusión de autoridades con los grupos criminales.
La corrupción que hoy dice combatir el gobierno es meramente un recurso retórico, un discurso vacío que no vemos respaldado por los hechos.
La mal llamada austeridad republicana ha devastado al sector público, hoy las organizaciones de la sociedad civil están indefensas ante la falta de apoyo gubernamental, los refugios y albergues están ya saturados y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados padece de la falta de recursos.
Senadoras y Senadores, termino, presidente, esta soberanía no puede ser omisa a lo que sucedió el pasado 10 d diciembre, ya que implica una gran responsabilidad del Estado mexicano, estas 55 personas fallecidas, recaen sobre la conciencia de un gobierno que no los pudo proteger ni darles seguridad, es el momento para que dejemos de mirar a los hechos del pasado para comenzar a prevenir los crímenes del presente y del futuro.
Es el momento de que México dé los pasos necesarios para ser un auténtico país seguro para todas y todos, mexicanos y no mexicanos.
Es cuanto, presidente.
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