9 de agosto de 2021
Versión de la intervención en tribuna de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz para referirse a un punto de acuerdo por el que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en el marco de los 500 años de la conquista, se pronuncia en contra de la estigmatización histórica de la Malinche, del pueblo de Tlaxcala y de los otros pueblos originarios que, durante el proceso de conquista se aliaron en contra de la dominación del pueblo mexica.
Muchas gracias, presidente.
Aprovecho para comentar que hoy se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Pensé que este Senado no iba a abordar el tema, hoy La Mañanera no fue objeto de ninguna mención por parte del presidente de la República, pareciera que los pueblos indígenas empiezan a pasar de moda.
A la luz de los datos y estudios arqueológicos e históricos sobre la caída de Tenochtitlan es imposible sostener una interpretación simplista en la cual los vencidos eran los buenos y los vencedores los malos. Un proceso muy complejo que debe entenderse en el contexto histórico del mundo náhuatl y europeo del siglo XVI.
El imperio mexica había mantenido sojuzgados a pueblos cercanos y lejanos mediante guerras floridas y severos tributos. Los señoríos, hartos del sometimiento encontraron en los seres del otro lado del mar la fuerza para rebelarse contra el dominio de Tenochtitlán.
No fue una traición, sino una alianza, y así debe leerse sin prejuicio contra los tlaxcaltecas y sus descendientes, al igual que tampoco fue una traidora Malintzin, una mujer hablante del náhuatl y el maya, clave en la comunicación entre los aliados y encontró en ellos la oportunidad para su propia liberación y de su pueblo.
Es importante desmitificar el papel de los tlaxcaltecas y de Malintzin en la historia del pueblo de Tlaxcala y de México en los acontecimientos que llevaron a aquel 13 de agosto de 1521, y el fin del dominio Mexica desde Tenochtitlán.
Pero más importante es aún, es volcar la atención en la situación de los pueblos indígenas descendientes de aquellos guerreros, sacerdotes, nobles y pueblo, porque en pleno 2021 aún persisten condiciones de marginación y falta de reconocimiento de derechos, consecuencia de siglos de discriminación, expropiación de tierras, explotación de mano de obra y sus recursos naturales.
Glorificar el legado de las civilizaciones prehispánicas no debe de ocular la deuda del Estado mexicano con los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, ni hacer de su diversidad cultural motivo de folclor para actos políticos y turismo.
En todas las evaluaciones y estudios sobre pobreza y desigualdad, la población indígena es uno de los grupos de población con muy alto y alto grado de marginación y en situación de vulnerabilidad.
Hoy los pueblos indígenas y afromexicanos siguen demandando tener las mismas condiciones sociales, económicas y políticas de todos los mexicanos, y exigen el reconocimiento como sujetos de derecho público con personalidad jurídica y patrimonio propio, y sus tierras y territorios sean reconocidas plenamente.
Así como una ley de consulta previa, libre e informada es necesario trabajar para evitar que se continúe violando sus derechos a la consulta en los megaproyectos que afectan sus tierras y territorios. No más asesinatos de sus dirigentes indígenas defensores de sus derechos humanos y sus recursos naturales, no más impunidad, a la fecha van 48 indígenas asesinados por defender su historia, sus recursos naturales y su cultura.
No queremos más violaciones de sus derechos humanos, ni amenazas de caciques y presencia de delincuencia organizada, queremos seguir escuchando las voces de las lenguas indígenas y especialmente de aquellas que se han preservado en el corazón de los sabios y ancianos que hoy están a punto de perderse.
Es necesario que los servicios de salud sean adecuados y culturalmente pertinentes en todas las regiones indígenas. Gran parte de esto se logrará si el presupuesto de las instituciones indigenistas fuera suficiente.
La asignación presupuestal al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas en 2021, o la que está propuesta para 2021 es de tres mil 633 millones de pesos, similar a la que se tenía en el 2003.
Por eso es hora de mirar al presente y realmente cumplir el compromiso con pueblos indígenas, ya que dicen que son su prioridad queremos ver acciones reales y no sólo escuchar bonitas palabras y promesas, hay que conmemorar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, trabajemos por su reconocimiento como sujetos de derecho, autonomía, tierras, territorio y cultura de los pueblos indígenas para saldar esta enorme deuda histórica.
Muchas gracias y felicito a la Senadora por su punto de acuerdo, me parece muy pertinente que se deje de estigmatizar.
Leí la historia que una vez que los españoles habían acabado con el pueblo otomí, los tlaxcaltecas inmediatamente decidieron hacer una alianza porque sabían que podían liberarse de ese yugo que los había tenido durante tantos años, pues la verdad en profundas guerras.
Muchas gracias.
Y votaremos a favor de este punto de acuerdo.
ooOoo