Intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al presentar voto particular a un dictamen de las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos Segunda, que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, de la Ley General de Partidos Políticos, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y que expide la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral, para los efectos de la fracción e) del artículo 72 de la Constitución.
22 de febrero de 2023
Versión de la intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al presentar voto particular a un dictamen de las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos Segunda, que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, de la Ley General de Partidos Políticos, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y que expide la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral, para los efectos de la fracción e) del artículo 72 de la Constitución
Con su permiso, presidente.
Senadoras, Senadores:
El llamado Plan B electoral es, sin duda, violatorio de la Constitución, atenta contra la democracia y es el camino hacia el autoritarismo, ese autoritarismo que se afianza cada día desde el poder y que destruye a su paso instituciones, personas, trayectorias sin límite alguno.
Amenaza el avance de la participación política de todas y todos en nuestro país, pero hoy permítanme referirme particularmente a nosotras las mujeres, porque en esta tribuna hemos defendido, más allá de las siglas partidistas, los derechos de nosotras las mujeres y la gran dificultad y lucha que ha llevado durante décadas y años llegar a este momento.
La mayoría aprobó ya el llamado Plan B electoral y es necesario hoy que sea la Corte quien resuelva y, por cierto, hoy tengo mucho más aliento que hace algunas semanas sobre la Corte, porque la presidenta de la Corte ha demostrado a lo largo de su vida y su trayectoria, ser leal solamente a la Constitución y a nadie más, y es en la Corte donde se resolverá este atropello histórico a nuestra Constitución.
¿Qué pasa con nosotras las mujeres frente a este Plan B y a este sistema cada vez más autoritario?
Se acaba prácticamente el principio de paridad en la postulación de candidaturas, pues va a quedar a discrecionalidad de los partidos.
Escuchamos en la Junta de Coordinación Política a especialistas en la materia, a organizaciones de la sociedad civil organizada, escuchamos a personal del INE, que no a las consejeras y consejeros que aquí estuvieron, pero quienes tomaron el uso de la voz fueron, pues este personal del INE que lleva años haciendo una tarea que nos ha permitido este andamiaje democrático.
Y quiero decir con enorme preocupación desde esta tribuna, que casi todos los caminos de la reforma electoral que la mayoría aprobó del llamado Plan B terminan en la nulidad electoral. Nos llevan a anular las elecciones, lo cual quiere decir que nos llevan a esto que se ha señalado, a arrebatar la voluntad ciudadana, arrebatar la voluntad de las urnas y apropiarse de ellas para decidir el resultado de la elección.
La verdad es que yo ya estaba bastante preocupada antes de este encuentro, y después del mismo mi preocupación fue aún mayor y por eso presento hoy este voto particular en contra.
El principio de paridad, hay que recordar, en la postulación de candidaturas y dirigencias partidistas quedará entonces, pues al antojo de los partidos políticos. La reforma prácticamente ata de manos a las autoridades electorales al quitarles la competencia para rechazar candidaturas de personas que han cometido violencia política en razón de género, que es uno de los logros que habíamos construido conjuntamente.
Pero no termina aquí, también este Plan B negará la posibilidad de cancelar candidaturas a deudores alimentarios o que han ejercido violencia familiar o violencia sexual en contra de las mujeres, contempladas ya en la 3de3 contra la violencia a pesar de que esta medida haya sido declarada constitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta norma, por si no fuera suficiente lo anterior, no considera importantes las medidas introducidas por las autoridades electorales para garantizar el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres en condición de igualdad, ni en la jurisprudencia emitida por los tribunales electorales para tutelar dichos derechos.
Entre ellos se encuentra, por ejemplo, la obligación de postular igual número de mujeres y de hombres en distritos o municipios de alta, media y baja competitividad para los respectivos partidos, y lo reduce a sólo dos bloques de alta y baja competencia, lo que evidentemente disminuye las posibilidades de ganar.
Además, dañará el acceso equitativo de las candidatas al financiamiento público para campañas. De por sí que históricamente ser candidata y ser mujer enfrenta mayores desafíos, obstáculos, limitaciones, dificultades, con este Plan B debemos estar conscientes, esto se va a agudizar, va a dañar los tiempos en radio y televisión, no va a dar la garantía para las mujeres que están postuladas para competir en igualdad de condiciones.
Sobre la postulación de los grupos tradicionalmente discriminados, pues también quedarán al árbitro de los partidos políticos al negarse a la autoridad la posibilidad de regular la asignación de estas candidaturas.
Quiero hacer un reconocimiento amplio a uno de los colectivos que ha venido insistiendo en todos estos daños, a la Red de Mujeres en Plural, a la sociedad civil, funcionarias, académicas, periodistas, artistas, activistas que, con algunos de estos argumentos, entre otros, han manifestado su preocupación y su rechazo absoluto a este Plan B y a este atropello constitucional sin precedente.
Aprobar el texto de este dictamen que hoy se presenta sería inconstitucional porque viola el proceso legislativo que justamente establece nuestra Carta Magna.
Es necesario insistir que esta reforma político-electoral representa el mayor de los riesgos para un sistema democrático y el ejercicio de las libertades.
Quiero terminar planteando algunas preguntas.
¿Qué México vamos a dejar a las niñas y a los niños en materia democrática?
¿Cuántas libertades vamos a dejar a las niñas y a los niños que no tienen voz y a los adolescentes, pero que tienen el derecho a un país con libertad y con democracia?
El Plan B no solamente destruye al INE.
El Plan B no es solamente el final de una institución como el Instituto Nacional Electoral, lo más grave es que el Plan B es apenas el inicio de una destrucción mayor, no termina con el INE.
El Plan B es el inicio de una destrucción mayor que no importa las siglas partidistas que tengamos aquí, no importa nuestro origen, no importa la sexualidad que tengamos, va a terminar destruyendo las libertades para cada una y cada uno de nosotros.
No queremos un país como Nicaragua donde, por cierto, se ha guardado un silencio vergonzante frente al atropello de todos los nicaragüenses que luchan por la libertad y la democracia.
No queremos dictaduras que hoy desde aquí de este gobierno se premian y se reconocen o se guarda silencio frente a ellas.
Queremos un país libre.
Queremos niñas y niños que sepan que viven en un México con ejercicio de libertad de expresión y del resto de las libertades.
Y esta pérdida de libertades no va a distinguir entre quiénes estamos aquí.
Termino diciendo, presidente, esta reforma no es el fin del INE, es apenas el principio para terminar y destruir el resto de las libertades.
A la Corte corresponde ahora resolver sobre la inconstitucionalidad de estos caprichos y este camino autoritario.
Confiamos en la Corte y confiamos también en una ciudadanía que marchará este domingo en defensa de la libertad de la democracia y de México también.
Es cuanto, presidente.
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