Intervención de la senadora Nadia Navarro Acevedo, en la inauguración del foro “Hacia un Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares. Retos y análisis”, realizado en Puebla.
28 de junio de 2022
Versión de la intervención de la senadora Nadia Navarro Acevedo, en la inauguración del foro “Hacia un Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares. Retos y análisis”, realizado en Puebla
Muy buenos días a todas y a todos.
Saludo con mucho cariño y respeto a los integrantes de este honorable presídium, a mi amigo el senador Ricardo Monreal Ávila, bienvenido a Puebla, coordinador; al diputado Sergio Salomón Céspedes, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación del Congreso del estado; al senador Rafael Espino de la Peña, presidente de la Comisión de Justicia; por supuesto, a mis amigos y compañeros senadores Damián Zepeda y al senador Miguel Ángel Mancera.
Saludo también la presencia de quienes hoy nos acompañarán como moderadores y ponentes de este importante foro; saludo la presencia de los señores jueces, magistrados, miembros de la academia, organizaciones civiles y universidad, gracias por su participación en este foro legislativo “Hacia un Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares. Retos y análisis”.
Quiero agradecer especialmente el acompañamiento de nuestro gobernador constitucional del estado de Puebla, el señor Luis Miguel Barbosa Huerta, gobernador gracias por tu compromiso decidido siempre para la creación de estos foros y de estos espacios en favor de la justicia.
Hoy Puebla cuenta con un gobierno respetuoso de la división de poderes, cuenta con un gobierno respetuoso de las instituciones, pero sobre todo del Estado de Derecho, comprometido con la transparencia y también con el combate a la corrupción.
También agradezco de manera respetuosa pero también muy afectiva a mi amigo el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial del estado de Puebla, quien hoy nos recibe en este extraordinario escenario que es el Palacio de Justicia, bien me lo dijo, si queremos hacer un foro para un código que deje precedente, no podemos pensar en mejor escenario que en el que hoy nos encontramos, gracias por su anfitrionía, señor magistrado.
Por supuesto, el reconocimiento a la Banda Sinfónica de Seguridad Pública que hoy engalana y nos acompaña en este evento y a mis amigos y compañeros del Canal del Congreso, que hacen que se transmita este evento en vivo para toda la República.
El derecho civil y familiar es tan antiguo como la propia historia de la humanidad, pues es ahí donde surge la base de nuestro sistema jurídico, instituciones como el derecho de la familia y de las personas continúan vigente hasta nuestros días.
En el siglo 19, la ley fue considerada el símbolo del orden, fue la tradición codificadora la que nos permitió ordenar la regulación de las instituciones jurídicas e integrarlas en un solo cuerpo normativo.
Hablando de esta tradición, Puebla ha sido un estado sobresaliente en la redacción y publicación de los códigos civiles mexicanos y en la traducción de las obras francesas e italianas, vanguardistas de la época.
Sin duda alguna, mucho ha pasado desde el surgimiento del derecho hasta nuestros días, y es esta fuerza dinámica y transformadora del derecho la que nos exige, como órgano legislativo, crear un Código que abone a la transformación obligada y necesaria de las instituciones procesales, que garanticen un desarrollo pleno y efectivo, ponderando los derechos humanos de cada individuo en la sociedad, de ahí la importancia y trascendencia de su participación en este diálogo, cuya finalidad es recabar experiencias porque cada colectivo, cada entidad, cada institución ve y entiende el derecho de manera distinta.
No podemos concebir un Código que no sea incluyente, progresista, con un enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género, además protector de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, pero sobre todo que se vea reflejado en el bienestar de las personas y de las familias.
El reto es construir un Código entendible, sencillo para todos, sin tecnicismos, de fácil acceso y comprensión, que termine con el concepto de justicia inalcanzable y sólo de élites.
Esta exigencia social fue la que llevó a la Conatrib a retomar una propuesta y un proyecto, que fue retomado por cierto por el senador Ricardo Monreal, en conjunto con otros senadores, presentando esta iniciativa que hoy estamos por discutir en el Senado, que básicamente propone lo siguiente: aplicar un Código procesal en todo el territorio nacional, construir un procedimiento adversarial, democrático y oral y conservar un mínimo necesario del proceso escrito, regular la responsabilidad por error judicial, potencializar los medios alternos de solución de controversias, utilizándolos en cualquier momento procesal, crear un sistema de recursos que garantice los principios de continuidad y concentración, privilegiar el principio de la buena fe procesal, fortalecer el procedimiento de ejecución de las sentencias para garantizar una tutela judicial efectiva.
Estas aportaciones requieren ser analizadas con detenimiento y profundidad.
Y quiero enfatizar una, que es la oralidad.
Este nuevo sistema apuesta por la palabra, como la forma más natural y elemental de la expresión de los seres humanos, para lograr procedimientos claros, rápidos y justos, cuyo objetivo sea garantizar juicios expeditos.
A nosotros, como cámara de origen, nos corresponde la gran tarea de construir el andamiaje jurídico que incluya todas las voces y todos los derechos.
Dotar de herramientas a quienes día a día son los responsables de impartir justicia, pero también garantizar el acceso a la misma, de tener presente la norma jurídica y ser redactada de tal manera que cualquier persona pueda comprenderlo, de ahí que sea indispensable su participación.
Finalmente, y haciendo votos, para que esto que hemos venido reflexionando a través del mensaje que les doy, quisiera parafrasear que hago votos para que se logre este objetivo, para que podamos brindar un código útil a la sociedad. Y quiero parafrasear a Napoleón Bonaparte al decir que lo que viva sea eternamente, este código nacional que nos toca legislar, y que esa sea nuestra verdadera victoria.
Muchas gracias a todas y a todos, y nuevamente bienvenidos.
ooOoo