Intervención en tribuna de la senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, para hablar a favor del proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 176, fracción II, numeral 8, de la Ley Federal del Trabajo.
23 de febrero de 2022
Versión de la intervención de la senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, para hablar a favor del proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 176, fracción II, numeral 8, de la Ley Federal del Trabajo
Con su venia, presidenta.
Hoy hablo a nombre de las y los jóvenes guanajuatenses que participan en la Embajada de Personas con Discapacidad, y quiero iniciar platicándoles la historia de Pablo Jiménez.
Pablo es un joven con Síndrome de Down quien lleva dos años trabajando en una notaría y ha cambiado positivamente la vida, no solamente de él, sino también de todos sus compañeros y compañeras de trabajo.
Uno de ellos precisamente comparte que desde que Pablo inició con ellos aprendió a ver la vida desde otra perspectiva. Asegura que Pablo es su mayor ejemplo de fortaleza, siempre llega con una sonrisa enorme a la oficina, se preocupa por todos, ayuda perfectamente en las responsabilidades asignadas y se le nota que es una persona feliz, que es una persona realizada.
Trabajar incansablemente para que todos los hombres y mujeres puedan desarrollarse plenamente, para que todas y todos los mexicanos puedan tener un trabajo digno y, en consecuencia, una mejor vida debe ser nuestra brújula del trabajo y quehacer legislativo.
Convencida de lo anterior celebro, en verdad me da mucho gusto este dictamen que estamos por aprobar y reconozco a sus promoventes.
Esta reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de derechos laborales de las personas con discapacidad con el objetivo de lograr un ambiente laboral inclusivo y un desarrollo pleno a través del establecimiento y cumplimiento de criterios, de procedimientos que favorezcan la contratación, la permanencia, la capacitación y la promoción laboral.
En el mundo más del 15 % de la población cuenta con alguna forma de discapacidad. Y de conformidad con los datos publicados en el 2020 por el Inegi, en México ya se ha dicho, más de seis millones de personas tienen alguna limitación.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconocen el trabajo digno como un derecho universal.
El marco jurídico mexicano también señala que el trabajo es un derecho y es un deber social; sin embargo, tenemos todavía un enorme pendiente para que las personas con alguna discapacidad puedan acceder a un trabajo.
Y además entendiendo que justo el trabajo es el medio fundamental para la realización del ser humano y para la satisfacción de sus necesidades, es deber de los gobiernos aportar por la creación de políticas públicas que favorezcan y faciliten la inclusión de las personas con discapacidad a los espacios laborales.
La inserción laboral es necesaria, sin duda alguna, para poder construir una sociedad y para poder, además, hacerlo con una plena inclusión y, además, ofreciendo las necesidades que se ocupan en el mercado laboral y poder cumplir con este objetivo tanto, hay que decirlo, en el sector público como en el sector privado.
Por nuestra parte corresponde la creación del marco normativo más comprometido con la inclusión como el dictamen que hoy estamos aprobando y que estaremos aprobando.
Apostar por acciones a favor de ello permitirá a las personas con discapacidad que alcancen un cierto nivel de autonomía, se desarrollen profesionalmente, aporten positivamente a la sociedad y contribuiremos a que dejen de ser excluidos.
Sin duda, la historia de Pablo es un ejemplo de éxito, es una motivación para seguir trabajando por ellas, por ellos, conscientes de que aún queda mucho por hacer, pero firmes en el compromiso de seguir legislando a favor de ellos.
Por eso es que votaremos a favor de este dictamen, para que todas las personas con discapacidad puedan ser una historia de éxito como la de Pablo.
Es cuanto, presidenta.
ooOoo