Intervención en tribuna del senador Juan Antonio Martín del Campo Martín del Campo, para referirse al análisis del III Informe de Gobierno del Presidente de la República, en materia de Política Económica.
13 de septiembre de 2021
Versión de la intervención en tribuna del senador Juan Antonio Martín del Campo Martín del Campo, para referirse al análisis del III Informe de Gobierno del Presidente de la República, en materia de Política Económica
Gracias.
Con el permiso de la Presidencia.
Dentro del servicio público ningún distractor alcanza para evitar el duro juicio de la historia. Lo que hace que un gobierno sea recordado a través del tiempo para bien o para mal es el nivel de la calidad de sus resultados.
En materia económica los resultados de un sexenio se miden generalmente por el nivel de crecimiento económico logrado, en la estabilidad macroeconómica alcanzada, la generación de empleos bien remunerados, la cuantía de las inversiones y de las obras públicas, entre otros indicadores.
El día de hoy no hay nada absolutamente que presumir como resultados positivos de la política económica que se siguen a través de los últimos tres años. En su mensaje del Tercer Informe el presidente, en un acto desesperado por presumir alguna especie de logro frente a los tecnócratas neoliberales que tanto le roban su tranquilidad, hizo un flaco intento por presumir algunos récords históricos logrados en esta administración.
Según el presidente, los récords de su administración son los siguientes:
En remesas asegura que este año supera los 48 mil millones de dólares y estará en un incremento del 18 % arriba del 2020. Sin embargo, este indicador no es para presumir, ya que dichos recursos provienen de personas que tuvieron que migrar por falta de oportunidades en este país, hecho que, al contrario, contribuye a que más de 160 mil empleos formales se perdieran precisamente en este sexenio.
El salario mínimo, asegura, que en lo que va del sexenio ha aumentado en un 44 % en términos reales. Si bien sí ha habido un incremento en el salario mínimo, esto no se ha traducido en beneficios tangibles para la mayoría de la población, ya que el salario mínimo promedio de los trabajadores ante el IMSS solo ha crecido el 23 %, la mitad de lo que ha hecho el crecimiento del salario mínimo.
Además, la población en pobreza laboral, según el Coneval, en situación del 39 % durante el segundo trimestre del 2021, prácticamente sigue sin cambios con respecto al primer trimestre del 2019.
También presume que no hay devaluación del peso, lo que, sin duda, el presidente dice, en las tres últimas décadas, sin embargo, olvida que en este mismo sexenio el peso llegó a estar en los indicadores el día 24 de abril de 2020, cuando el tipo de cambio llegó a una situación de 24.85 pesos por dólar, una devaluación de casi cinco pesos respecto al tipo de cambio que indicó y que inició precisamente en esta administración.
Así como es falso que el sexenio crecía con una mayor estabilidad del tipo de cambio en las últimas décadas, al contrario, ha sido de los más inestables desde el año 1995.
Finalmente, se ufana que en esta administración no ha habido incremento de la deuda, lo cual es completamente falso y ahí están los datos y los resultados, ya que mientras en diciembre de 2018 el saldo de la deuda pública federal ascendía a 11.03 billones de pesos, decirles que para julio de este año se ubicó en 12.45 billones de pesos, lo que representa un incremento del 13 %. Es decir, el saldo de la deuda federal ha crecido a razón de mil 500 millones de pesos diarios.
Como vemos, ninguno de los presuntos récords es real y ninguno está siquiera directamente relacionado con el crecimiento económico o la generación de empleos del país.
Las cosas, lejos de mejorar, están empeorando, pues en el primer semestre del año 2021 la inversión federal muestra una caída de menos 8.3 % en términos reales. Lo raro es que esta caída en la inversión, en infraestructura, se ha dado a pesar de que el gobierno federal ha aumentado la deuda pública de forma acelerada, aunque los defensores de la 4T juren que esto no sucedió.
Una pregunta: ¿a dónde se está yendo todo este dinero de deuda sin una inversión en infraestructura? Están en los niveles más bajos precisamente de las últimas décadas.
En contraste, es preocupante que no se identifique y que no se apoye a las micro, pequeñas y medianas empresas, a pesar de que derivado de esta crisis y con motivo de la pandemia, quebraron alrededor de un millón de negocios, los cuales generan el 80 % de los empleos del país y no se asignaron recursos para este año en los programas de apoyos financieros de micro, empresas familiares y programas de microcréditos para el bienestar, por lo que existe un total abandono al sector empresarial.
En pocas palabras, el proyecto de presupuesto de este año 2020 nos dice que el gobierno federal se niega a reconocer el fracaso de la política económica y lejos de recomponer plantea profundizar su estrategia fallida.
No podemos permitir eso, y por ello hacemos un llamado a todas las fuerzas políticas, incluyendo a los legisladores de Morena y a sus aliados para que recapaciten, y por el bien de país propiciemos juntos un cambio de rumbo.
El primer paso lo podemos dar precisamente en este Paquete Económico de este año 2020. El país, los trabajadores, los empresarios, los emprendedores, la sociedad lo exige, hoy es el tiempo y el momento de darle un mejor rumbo a nuestro país y, si así lo quieren, Acción Nacional está para dar este cambio.
Es cuanto, presidenta.
ooOoo