Intervención en tribuna de senador Gina Andrea Cruz Blackledge, para presentar reservas al dictamen que resuelve sobre la procedencia y trascendencia de la petición de consulta popular presentada por el Presidente de la República, y se expide la convocatoria de consulta popular
Con la venia de la Presidencia.
Compañeras senadoras, compañeros senadores:
La aplicación de la ley y el Estado de derecho no pueden ni deben someterse a consulta popular. En este tema, como en otros, estamos ante un engaño más de la llamada cuarta transformación que pretende manipular la opinión pública y convertir un Estado como es la consulta, un derecho como es la consulta en un ejercicio demagógico y electorero, esta es, sin duda, una discusión ociosa sobre una consulta absolutamente inútil y costosa.
Es incongruente que a la par que pretenden extinguir fideicomisos que tienen una función social de la mayor trascendencia e importancia, se apruebe un ejercicio electorero que nos costará a todas y a todos los mexicanos ocho mil millones de pesos.
Es incongruente, además, engañar al pueblo de México pretendiendo juzgar a expresidentes por aclamación, cuando es posible juzgarlos por las vías ya establecidas en nuestra Constitución y en las leyes mexicanas.
Desde aquí les decimos al partido que hoy gobierna, si tienen pruebas de actos de corrupción denúncienlos, sigan la vía de la legalidad y no la del más burdo populismo.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación claudicó en su función de suprema salvaguarda de nuestra Constitución y aprobó una pregunta ambigua que permite consultar prácticamente todo.
Con la propuesta de la Corte podemos juzgar las omisiones de quienes hoy conducen la política de salud de forma errática y engañosa en medio de la peor pandemia de este milenio.
Con la propuesta de la Corte se pueden juzgar los actos de corrupción de las autoridades actuales, cuyos delitos no han prescrito.
Es lamentable que varios ministros hayan cedido a los caprichos presidenciales solo para satisfacer egos sexenales y quedar bien con quien ahora parece ser su jefe.
Las consultas improvisadas como las que hoy discutimos solo sirven para distraer la atención pública de los problemas que verdaderamente requieren ser abordados, como las muertes de miles y miles de mexicanos por Covid-19, por la rampante violencia que no deja de aumentar.
Un ejemplo de esta actuación y simulación es la cancelación ilegal del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, y al igual la igualmente ilegal consulta que se dio en mi estado, en Baja California, para cancelar la planta Constellation Brands, que aparte de generar una gran incertidumbre en los inversionistas y ahuyentar capitales por un monto de 900 millones de dólares, que hubieran generado empleos y prosperidad para las y los mexicanos.
Está claro que este tipo de consultas solamente buscan distraer a la gente ante la ineficiencia de gobiernos de Morena, como es el de Baja California, que no solo aumenta impuestos ilegalmente, sino que también demuestra su abierta ineptitud e incompetencia para enfrentar la pandemia y sus efectos, así como la violencia que se ha generado en el estado.
Vemos con tristeza que la mayoría de este Senado le está dando la espalda al pueblo de México al negarse a aprobar una consulta que realmente interesa a todos, que es la posibilidad que cada familia tenga el acceso a un Ingreso Básico Universal.
El Ingreso Universal sería hoy una medida de política pública de gran impacto que nos permitiría precisamente hacer frente a las consecuencias adversas de la pandemia, dando un apoyo solidario para quienes hoy han sido olvidados por la cuarta transformación.
En lugar de consultar lo verdaderamente importante hoy discutimos y satisfacemos o no los caprichos de quienes han vulnerado la división y han generado la división de poderes que ha dividido al pueblo de México.
Senadoras y senadores, es vergonzoso que ahora sometamos al Poder Legislativo a un capricho electorero en lugar de discutir e implementar un plan de rescate económico, como lo han realizado ya la gran mayoría de los países del mundo. Las familias de los más de 80 mil muertos que reconoce el propio gobierno exigen justicia y no consultas a modo. Hoy exigen fincar responsabilidades por la muerte de personas que se pudieron haber evitado y no más distracciones populistas.
Hago un llamado a la responsabilidad y a la cordura por parte de este Senado para que aprobemos una consulta que sí sirva y no un ejercicio demagógico que solo beneficia a quien hoy no escucha al mundo, no escucha a los mexicanos, por lo que siguen diciendo “ni pío” al dolor de México.
Es cuanto.
ooOoo