- Con el semáforo epidemiológico en rojo, el presidente se pasa el alto al reactivar sus giras e insiste en desestimar las medidas sanitarias de prevención
- Urgente convocar a un gran acuerdo nacional para trabajar unidos gobiernos, sectores productivos y sociedad en el rescate de México
El arranque de la “nueva normalidad” se da cuando la curva de contagios sigue en ascenso, tenemos más de 10 mil muertes por coronavirus y la tasa de letalidad supera el 11 por ciento, indicaron los legisladores el Partido Acción Nacional (PAN), en voz de la senadora Guadalupe Murguía Gutiérrez.
El mensaje del gobierno federal al anunciar la reapertura de actividades se basó en el argumento de que ya se había domado la pandemia, lo que generó enorme confusión y aumentó la movilidad social, a pesar de que el semáforo epidemiológico está en rojo, sostuvo.
El presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, es el primero que se pasó el alto al reiniciar sus giras, “pero esto no es nuevo, el Ejecutivo federal ha desestimado desde un principio las medidas de prevención”, lamentó.
“La apertura sin apertura, la normalidad sin normalidad, se da justo cuando empieza la fase regional que transfiere a los gobiernos estatales la responsabilidad política y económica de la reactivación”, indicó al fijar el posicionamiento de su bancada en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, durante la sesión la sesión virtual de hoy.
“Si la reapertura se regirá por un semáforo que nadie está dispuesto a respetar; si los contagios continuarán y habrá nuevos brotes; si solo pueden reanudarse actividades esenciales; si hay discrepancias entre los datos del gobierno federal y los gobiernos estatales; y si no tenemos claro si hay subregistros en el número de contagiados y de decesos, ¿qué significa realmente la nueva normalidad?”, cuestionó.
La senadora Guadalupe Murguía resaltó que es preocupante que uno de cada cinco personas contagiadas en el país pertenezca al personal de salud, que ya acumula entre sus filas a 149 fallecidos, lo cual solo puede explicarse por el deficiente equipo de protección y la falta de protocolos adecuados, situación que ha sido denunciada a lo largo y ancho de la República.
Por otra parte, manifestó la preocupación de la bancada blanquiazul por los efectos económicos derivados de la pandemia, que ha dejado un saldo de 686 mil trabajadores asegurados en el IMSS sin empleo entre marzo y abril, y a 12.5 millones de mexicanos sin percibir ingresos en este lapso, de acuerdo con el Inegi.
El Banco de México pronostica una caída 8.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) e inversionistas extranjeros han retirado 16 mil millones de dólares del país, y ante estas situaciones se esperaría del gobierno federal la aplicación de medidas urgentes, como las implementadas en muchos otros países, pero ha rechazado hacerlo, apuntó.
Se niega a otorgar un ingreso básico temporal para las personas que han perdido sus ingresos y a ofrecer incentivos fiscales a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), que son las generadoras de 72 por ciento de los empleos formales, destacó en su intervención la senadora por Querétaro.
Ante esta falta de atención el Coneval ha estimado que la pobreza y la pobreza extrema podrían aumentar en 10 millones de personas cada una, si no se aplican acciones que vayan más allá de los programas sociales actuales, remarcó.
Por ello, expuso que el PAN propone una reingeniería a la política social, toda vez que hoy lo más importante para los mexicanos es cuidar la vida, la salud y el ingreso familiar. “Ahí está la prioridad”, enfatizó.
Con este motivo, añadió, hemos pedido al presidente de la República convoque a un gran acuerdo nacional para alinear esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno, los sectores productivos y la sociedad civil, con el objetivo de trabajar unidos, tomar las decisiones correctas y aliviar la angustia de las familias.
“Tenemos que rescatar a México”, sentenció.
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Comunicado de la oficina de la senadora Guadalupe Murguía Gutiérrez
Versión de la senadora Guadalupe Murguía Gutiérrez para referirse al «regreso a la nueva normalidad en México»
Gracias, Presidenta, con su permiso.
Desde hace varias semanas, el Gobierno federal anunció la nueva normalidad, bajo el argumento de que ya se domó la pandemia; este mensaje generó enorme confusión, la movilidad empezó a aumentar, los negocios a abrir, ante la cercanía de la fecha prometida.
Esta apertura sin apertura, la normalidad sin normalidad se da justo cuando empieza la fase regional que transfiere a los gobiernos estatales la responsabilidad política y económica de la reapertura.
El arranque de la llamada nueva normalidad se da cuando la curva de contagio sigue en ascenso y tenemos más de 10 mil muertes por coronavirus, la letalidad supera ya el 11 por ciento, el semáforo está en rojo y el Presidente es el primero que se pasa el alto.
Pero esto no es nuevo, el Ejecutivo ha destinado y ha desestimado desde principio todas estas medidas urgentes.
Si la apertura se regirá por un semáforo que nadie está dispuesto a respetar, ni siquiera el presidente, sí va a haber nuevos brotes o brotes que continuarán los contagios, si sólo pueden reanudarse las actividades esenciales y no cualquier otra actividad, si hay discrepancia entre los datos del Gobierno federal y de los gobiernos estatales, si hay subregistro en el número de contagiados y de decesos, entonces ¿qué significa esta nueva normalidad?
Otro dato preocupante es la preocupación de que 1 de cada 5 personas contagiadas en el país pertenece al personal de salud que ya acumula 149 fallecidos entre sus filas, eso sólo puede explicarse por el deficiente equipo de protección y la falta de protocolos adecuados, lo cual ha sido denunciado a lo largo y a lo ancho del país.
Desde luego compartimos plenamente la preocupación por los efectos económicos de la pandemia, casi 686 mil trabajadores asegurados a IMSS han perdido su empleo sólo entre marzo y abril.
Debido a la suspensión de actividades no esenciales, 12.5 millones de mexicanos han dejado de percibir ingresos; y se mantiene en la incertidumbre sobre si van a volver a laborar, de acuerdo con la más reciente encuesta de Inegi.
El Banco de México pronostica una caída del PIB del 8.8. Inversionistas extranjeros han retirado sus inversiones en el orden de 16 mil millones de dólares.
Ante estas situaciones se esperarían medidas urgentes como las que se han visto y han tomado otros países, pero el Gobierno de México ha rechazado la aplicación de un ingreso básico temporal para las personas empleadas o de la economía informal que han perdido sus ingresos.
El Coneval ha estimado que la pobreza y la pobreza extrema pueden crecer en 10 millones de personas cada una si no se aplican acciones que van más allá de los programas sociales actuales.
Es necesario otorgar incentivos fiscales a las Mipymes, porque son las que generan el 72 por ciento de los empleos formales.
Las decisiones públicas en una democracia transmiten señales muy importantes a la población y a los actores económicos.
Desde el PAN proponemos una reingeniería a la política social. Hoy lo más importante para los mexicanos es cuidar la vida, cuidar la salud, el ingreso familiar. Ahí está la prioridad.
Hemos pedido al Presidente que, como jefe de Estado, nos convoque a un gran acuerdo nacional para salir adelante.
Se necesitan alinear esfuerzos en el Gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales, el sector productivo y las organizaciones de la sociedad.
Llamamos nuevamente a trabajar unidos, a tomar decisiones, las decisiones correctas para aliviar la angustia de las familias.
Tenemos que rescatar a México.
Es cuanto, señora Presidenta.
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