Intervención desde su escaño de la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge para referirse al Congreso del estado de Baja California.
Desde esta tribuna, desde este espacio quiero hacer un extrañamiento al Congreso de Baja California, manipulado por su gobernador, Jaime Bonilla, que están tomando atribuciones que únicamente le corresponden a la federación.
Y me refiero al tema de regularización de importación de autos usados al crear, es decir autos chocolates, al crear el Instituto Vehicular y Combate a la Contaminación, el cual, con fines únicamente económicos, recaudatorios, va en contra con lo dispuesto en el Código Fiscal de la Federación y la Ley Aduanera, que prácticamente se equipara a la legalización de contrabando, es decir, se esta legalizando el contrabando en Baja California, toda vez que busca realizar atribuciones que únicamente le corresponden a la federación, con la creación de este instituto, que no se garantiza la regularización, ni la seguridad, ni el cuidado al medio ambiente, pero sí obtener dinero de los bajacalifornianos sin ninguna garantía de resolver ni dar solución a un problema que estamos viviendo en la frontera norte.
También, hay que decir, se le estará cobrando mil pesos por vehículo únicamente para que entren a un padrón vehicular.
El mismo super delegado, Alejandro Ruiz Uribe, en una conferencia de prensa el día primero de febrero, manifestó que esta facultad era única y exclusiva del gobierno federal, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Por lo que nos pronunciamos por la legalidad y el ordenamiento legal de la importación de estos vehículos y la certeza jurídica para todos los bajacalifornianos, que cada día están más en la incertidumbre y en la desconfianza de un gobierno improvisado y corrupto.
Es cuanto, presidenta.
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