Intervención de del senador Gustavo Madero Muñoz, al presentar un dictamen de las comisiones unidas de Relaciones Exteriores, de Relaciones Exteriores América del Norte, de Puntos Constitucionales, de Economía y de Trabajo y Previsión Social, por el que se aprueba el protocolo modificatorio al Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá y, además, dos acuerdos paralelos, firmados el 10 de diciembre de 2019 en la Ciudad de México.
Con el permiso de la presidencia.
Es justo reconocer el importante logro para nuestro país de haber podido cerrar un acuerdo comercial con nuestro principal mercado, Estados Unidos y Canadá, que representan más del 80 por ciento de todo nuestro comercio exterior.
Es justo reconocer también que esto se logró, además, sorteando inumerables presiones políticas y electorales en los tres países.
Hay que recordar que este Tratado inició negociándose con un gobierno y terminó aprobándose con otro gobierno.
Hay que recordar, también, que en Estados Unidos cambió la configuración de la mayoría legislativa en la Cámara de Representantes. Incluso en Canadá tuvieron elecciones federales. Todos estos fueron retos que pudieron ser sorteados.
El equipo negociador del Gobierno federal anterior y el actual pudieron mantener una continuidad, mucho, apoyados por este equipo profesional de especialistas al que también quiero reconocer, el denominado “cuarto de junto”, un grupo de especialistas en la materia que permitió darle continuidad, puntualidad a las negociaciones y creo que al final del día ayuda a explicar por qué se sortearon exitosamente todos estos cambios políticos y electorales en los tres países.
Sin embargo, yo quiero señalar que el rol del Senado pudo haber sido un rol menos triste. Hay que recordar que es el Senado, en el artículo 76 de la Constitución, el que establece la facultad exclusiva para aprobar, no para ratificar, sino para aprobar los tratados comerciales.
El Senado pudo, el Senado debió haber desempeñado un papel de mayor pertinencia y valor en este delicado proceso y no sólo como un trámite burocrático y sin mayor relevancia.
Las prisas a las que nos sometieron los tiempos políticos demeritó nuestro papel y nuestra magistratura legal en materia de política exterior, y nos hizo perder dignidad al Senado.
Y expusieron, saben qué –y este dato se los quiero pasar al costo– expusieron al propio presidente de la República, al que lo hicieron firmar oficios con errores garrafales, presidenta.
Se refieren a usted de manera descuidada, en términos masculinos. La primer legislatura paritaria, que le llamamos, nuestra presidenta de la Mesa Directiva al final, firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, dice: “reitero a usted, ciudadano presidente”, debería ser “ciudadana presidenta”, “las seguridades de mi atenta y distinguida consideración”.
Un error que solamente nos ayuda para entender lo que sucede cuando hay premuras, prisas.
Y por eso yo quisiera, de manera respetuosa, solicitar a la Presidencia de la República que le sustituyeron este trámite, este oficio para que no quedara perpetuada esta omisión.
Las premuras y las prisas no ayudan. Yo por eso creo que este instrumento aprobarlo hoy, nos va a permitir mandar una potente señal de confianza en un momento tan delicado y especial de nuestro país.
Por eso, en nuestra Comisión se aprobó de manera contundente a favor de este tratado, los cambios que se negociaron al final para que pudiera ser aprobado el T-MEC nos requerirán atender los impactos en los sectores involucrados, por lo que proponemos que la Jucopo considere la conformación de una Comisión especial para el seguimiento de este tratado, que atienda, entre otras cosas, los cambios en materia de reglas de origen; el cambio en el artículo 6.1, que establece un plazo de 7 años para considerar originario el acero en todo el proceso de fabricación, desde su fundición inicial y la mezcla, nos compromete a los senadores para apoyar a la industria y generar condiciones para transitar en el cumplimiento y fomentar la inversión en nuestro país y ver esto como una oportunidad.
El cambio en el artículo 20.46, que se refiere al ajuste en los plazos de las patentes de los biotecnológicos, nos compromete al Senado para legislar al respecto y fijar los plazos aplicables en nuestro país.
Los siete convenios ambientales referidos también nos obligarán al Senado a darle seguimiento para que nuestras autoridades estén preparadas y no seamos objeto de ninguna observación; en lo laboral, que representa la gran mayoría de los cambios y modificaciones, lamentamos la eliminación de algo muy fundamental, eso que se refiere a que una violación debiera ser una conducta reiterada y continuada; esto se quitó y quedó como que un solo caso, fue como se aprobó, para poder actuar y hacer una reclamación.
La presunción de que una controversia se presume justificada, salvo que el demandado pruebe lo contrario, implica un absurdo, sobre todo derivar que en un solo caso creo que pueda quedar en manos de intereses oscuros y contrarios a nuestro país, las presiones para que empresas mexicanas traten de intervenir en la vida sindical y empresarial injustamente sólo por suposiciones.
También puede propiciar que los adversarios y competidores utilicen estos recursos para distraer y hasta perder competitividad y mercados a nuestros productos.
Esta Comisión especial que solicitamos que la Jucopo considere para darle seguimiento a todos estos temas, proponemos que también atienda el seguimiento de lo que será la capitalización del Banco de Desarrollo de América del Norte.
Votaremos a favor; votamos bajo presión de tiempos y formas atropellados, pero votamos mandando una señal fuerte de unidad, pero sobre todo una señal fuerte de que el Senado se compromete a apoyar a los sectores para la aplicación exitosa de este tratado.
Es cuanto, estimada senadora presidenta.
ooOoo