jueves, abril 18, 2024

Senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado presentar posicionamiento del GPPAN sobre la creación del Instituto de Salud para el Bienestar

Intervención en tribuna de la senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado para presentar el posicionamiento del GPPAN al dictamen de la Comisión de Salud y de Estudios Legislativos, Segunda, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Salud; y de la Ley de los Institutos Nacionales de Salud en materia de creación de Instituto de Salud para el Bienestar.

 

 

Compañeras y compañeros senadores.

Estoy consciente que al tomar esta máxima tribuna para expresar el posicionamiento en contra del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional no los haré cambiar de opinión, eso ya lo sabemos, eso ya lo sabemos, tienen los votos y la decisión ya la tomaron.

Es muy triste ver que no es un tema que les interese, no porque no les interese la salud de los mexicanos, sino porque no están apasionados defendiéndolo, porque no lo conocen, porque tuvo que venir el senador Navarro con esa cara triste que tiene a presentar el dictamen muy apenas, porque sabe que tiene errores, sabe que es un gran riesgo.

Y ustedes, senadores que han subido de los demás partidos, que han hablado a favor del dictamen, lo están defendiendo de manera muy pobre, porque saben que no lo conocen, porque saben que es un pedido de la Secretaría de Salud, y porque saben que es un pedido del Presidente, pero no lo conocen y no les apasiona, no es la lucha de Morena.

Cómo pesa, cómo pesa la presencia de los papás de niños con cáncer aquí en este pleno. Espero que les pese, yo estoy creyendo que sí porque veo caras diferentes y veo discursos diferentes, y porque la Presidenta de la Mesa Directiva, que no está aquí, tuvo que explicar que aquí en el Senado nadie está en contra de los papás, que por cierto no está llena la Mesa Directiva, no están todos los senadores.

Es triste y pesa, pesa la presencia de papás. Yo sé que estarán bien porque son todos unos guerreros.

Como integrante de este recinto legislativo quiero ofrecer una disculpa, una disculpa a todos los mexicanos, porque, aunque votaré en contra estoy consciente que no tuve capacidad para convencer a los demás senadoras y senadores de que este dictamen deja indefensos a los mexicanos más vulnerables, aunque se burlen, me llena de gusto que se burlen, no me interesa eso, síganse burlando, nada más les pido tiempo extra. Silencio por favor.

Hoy 14 de noviembre de 2019 que la patria nos lo demande. La afectación que estamos haciendo para la salud de los mexicanos, hoy 14 de noviembre de 2019, recuérdenlo, recuérdenlo.

Hay una gran diferencia entre oír y escuchar. La Comisión que fue asignada para escuchar a los padres de niños con cáncer sólo los oyó no los escuchó, porque los reclamos y demandas no fueron atendidos.

La minuta, el dictamen está en los mismos términos en los que llegó de la Cámara de Diputados. Además, quiero mencionar que pues en el acuerdo no ayudan a los a los papás de niños y niñas con cáncer.

Mucho se me ha criticado, mucho se me ha criticado y ese es su problema, senadores, el que digan que yo los traje y que son revoltosos, si son o no son papás de niños con cáncer, ese es su problema, están totalmente fuera de la razón.

Se me ha criticado por escucharlos y cuál es el delito, y cuál es el delito de que se escuche a los ciudadanos, cuál es el problema, el problema es suyo porque no los han escuchado, el problema es de todos y cada uno de los que no se sentaron con ellos a escucharlos, porque si me ven así, les guste o no les guste, se burlen o no se burlen, síganse burlando, de verdad, no me importa.

Estoy así, estoy así porque, porque sí, porque me he reunido con ellos, porque he escuchado cada una de sus historias, desde la de la mamita que viene y su hijo murió en octubre y no, perdón, no lo estoy utilizando, lo estoy diciendo porque no los escucharon y tengo que hablar por ellos, aunque se sigan burlando.

Hay que escuchar la historia que hay detrás de cada uno de ellos, porque ellos son los únicos que están luchando por nosotros, no por los niños con cáncer, no por lo que también tienen insuficiencia renal, no por los de los padecimientos que no cubre el Seguro Popular, por nosotros, por quienes somos senadores y no somos millonarios y no podremos pagar el medicamento o el padecimiento de cáncer si es que no llegamos a enfermar, o si es que nuestros hijos se llegan a enfermar.

Ellos, senadores, están hablando por nosotros, por quienes hoy tenemos el privilegio estar aquí y por eso estoy así.

Y, pues sí, hay varias historias, hay la historia de la mamá del niño que ya falleció, pero sigue viniendo y que estuvo acá afuera. Hay la historia del papá que se enteró que su hija tenía cáncer días antes de los 15 años de su hija y que ahorita ya va en el tercer año de tratamiento y que su hija, a veces lo odia porque ella quería su fiesta de 15 años, y otros días le agradece porque sigue viva; eso se acabó, senadores, eso se acabó, es real, analícenlo, eso se acabó porque ya no va a haber Fondo de Gastos Catastróficos; por eso pedíamos que se analizara; por eso pedíamos Parlamento abierto, pero no se han involucrado en el tema, no se han involucrado.

Y, bueno, son más las historias, la historia de un niñito que está aquí y que perdió la vista de un ojo a raíz del desabasto, de estos siete desabastos que ha habido. Y, bueno, la política debe ser entendida como aquel puente que genera lazos y soluciones comunes, para poder enfrentar las complejidades, siempre en un marco de Estado de Derecho.

Sin embargo, no hemos entendido esto, cómo vamos a salir de aquí, senadores, pero háganlo, la realidad es que sí, sí se les recibió en la Comisión de Salud, y lo agradezco, doctor Navarro, la primera vez que lo recibimos fue un gran golpe para nosotros porque ellos son fuertes, ellos la adversidad los han hecho muy fuertes, pues véanme, yo no vivo la situación y estoy llorando, pero ellos son muy fuertes y nos ponen el ejemplo.

Ese día en la Comisión de Salud creo que la mayoría lloramos, acéptenlo y reconózcanlo y que después ya no quisieron ir porque…, porque duele…, que Malú, que no está, ya no quiso ir por enfrentarse con la realidad.

Se les recibió y varios de la Comisión ya no quisieron ir porque…, porque sus historias conmueven, porque había reclamos, de quien sean culpa, eso no importa, después fuimos al “Federico Gómez” y ahí estuvieron de oyentes, después estuvieron en la comparecencia del secretario de Salud y estuvieron de oyentes.

También estuvieron de oyentes en la comparecencia del titular de la Cofepris, y pues a eso se debe su dolor y su desesperación, ellos no están ausentes, lo único que les pedía yo es que se involucren.

Hoy aprobarán este dictamen, les quiero pedir nuevamente que se reconsidere, que lo analicemos, que hagamos Parlamento abierto, que les ayudemos a mejorar el dictamen, por la salud de nosotros, por la salud de los mexicanos, porque todos somos mexicanos.

Los cambios no deben ser directamente proporcionales a la deshumanización, estamos conscientes que actualmente los servicios de salud, a sus posibilidades, han brindado apoyo a la ciudadanía en general, más allá de las adversidades operacionales; sin embargo, esas adversidades se han convertido actualmente en una crisis por la cerrazón de un gobierno que no quiere escuchar y atender a las personas que están involucradas en el tema, por estar culpando al pasado de todos los males que nos aquejan y no tomar el rol, el liderazgo y la posición que les corresponde.

La austeridad republicana entendida como el cambio que se da en la administración del recurso público, y no como un tema de ahorro, eficiencia y eficacia, como se ha querido vender, ha traído consecuencias en muchos rubros.

Como secretaria de la Comisión de Salud, me llena de impotencia conocer estos testimonios de primera mano de personas cuya salud está en riesgo, por la incertidumbre que existe en las instituciones. En salud no debe haber austeridad, es inhumano poner en riesgo la vida de miles de personas por cuestiones presupuestales.

Desde el primer día, la nueva administración federal comenzó a hacerse evidente las deficiencias en salud, primero decidieron suspender la aplicación de las pruebas del tamiz neonatal en diversas partes del país, después, a inicio del mes de abril, médicos residentes demandaron un retraso en sus pagos, por lo que anunciaron un paro de labores hasta que recibieran respuestas.

Posteriormente, durante los meses de abril, mayo y junio, pacientes de VIH demandaron la falta de antirretrovirales para sus tratamientos; asimismo, directores de nueve institutos nacionales de salud denunciaron que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público congeló recursos, por lo que apenas les iba a alcanzar para operar durante meses.

Además de lo anterior…, -¿me puede dar más tiempo, presidenta, por favor?, por las interrupciones por favor, no vamos a volver a hablar, van a aprobarlo, tienen los votos (inaudible).

Sí, gracias.

Además de lo anterior, sucedieron otros acontecimientos que encendieron los focos rojos, los cuales me permito enlistar: primero, en junio se anunciaron recortes a médicos pasantes y fue en el mismo mes cuando padres de familia, de niñas y niños con cáncer, internados en el Hospital “Federico Gómez” llevaron su inconformidad hasta la Avenida Piloto Aviador Carlos León, sobre la que se encuentran los principales accesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, gracias a ellos se visibilizó el desabasto de un medicamento que inhibe la reproducción celular y que es insustituible para tratar varios tipos de cáncer: el metrotexato.

No hay que olvidar las renuncias, por un lado la del director del IMSS, tras denunciar la injerencia por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y también la del comisionado nacional de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad de la Secretaría de Salud.

Tercero, en diversos estados del país, incluido Aguascalientes, se registró desabasto de insumos básicos para la atención de la salud en diversos hospitales.

Cuarto, los días 7, 8 y 9 de agosto la Cámara de Diputados llevó a cabo una simulación de Parlamento abierto para analizar la entonces propuesta presentada en materia de salud; sin embargo, las opiniones de expertos no fueron escuchadas.

El 30 de septiembre recibimos en la Comisión de Salud al secretario de Salud y al comisionado de la Cofepris, en un formato de comparecencia, ninguno de los dos pudo o supo responder ante diversos cuestionamientos, por cierto, en la búsqueda de la verdad hice llegar a ambos mis preguntas por escrito y, hasta el día de hoy, no he tenido respuesta…

Sexto, finalmente, el pasado 23 de octubre la Cámara de Diputados aprobó, por voto, general el dictamen de salud y se turnó al Senado.

Séptimo, después de un recuento, llegamos al día de hoy para discutir un dictamen que aprueba la minuta en sus términos, no le movieron ni un punto, ni una coma, para garantizar la tranquilidad de los mexicanos.

El Gobierno federal pretende dejar en incertidumbre del acceso a la salud a más de 50 millones de mexicanos, incluyendo mujeres, niñas, niños con cáncer, pues además de desaparecer el Fondo de protección contra gastos catastróficos, con el que hoy se atienden 66 padecimientos que generan altos costos de atención, lo dejan a un nuevo fideicomiso un monto irracional para operar, con menos del 80 por ciento de presupuesto para el siguiente año.

Esto tiene como problema de fondo que para quienes se enfermen en el futuro, como les decía que si nuestros hijos se enferman en el futuro no va haber recurso público para atenderlos.

De acuerdo a la Organización Mundial para la Salud, para que un sistema de salud universal funcione como el que están planteando, como el que se pretende implementar, se requiere de una inversión mínima del 6 por ciento del PIB y lo que hoy se está destinando es si acaso el 2.5 por ciento, sin contar que la economía no ha crecido y que por lo tanto el presupuesto va a disminuir.

Por qué, por qué vamos a creer en el funcionamiento del nuevo Insabi, si el actual gobierno se ha dedicado con mucho esmero a agravar la crisis en el sector público de salud con escasez de medicamentos, falta de inversión, infraestructura hospitalaria y la reducción de personal médico.

La incompetencia también es corrupción y la incompetencia mata, por qué les vamos a creer, si se han dejado de gastar 5 mil 938 millones de pesos en el ramo de salud hasta septiembre de 2019, deteniendo recursos de hospitales de alta especialidad y a institutos nacionales de salud y se han recortado el 30 por ciento de los gastos operativos. Pregúntenles a los papás del “Federico Gómez”, pregúnteles, que les digan que no hay papel sanitario en los baños, que les digan que no hay toallas para limpiarse las manos, que les digan que están haciendo el aseo las enfermeras y que no tienen personal.

Por qué les vamos a creer si han recortado a hospitales de alta especialidad e institutos nacionales de salud el 50 por ciento de los servicios personales y de servicios a terceros, como pruebas de laboratorio, farmacia, banco de sangre y hemodiálisis.

Por qué vamos a confiar en su buena voluntad si han despedido a 10 mil médicos, enfermeros y técnicos especializados, si han recortado los apoyos a médicos residentes, estudiantes de medicina y enfermería y el 100 por ciento del apoyo a alumnos de odontología.

Cómo creer en su dictamen si lo que lo inunda es la opacidad y si han subejercido más de 41 millones de pesos en el IMSS y en el ISSSTE, hasta septiembre de este año, han dejado de realizar inversión en infraestructura en el IMSS y en el ISSSTE por mil millones de pesos.

Cómo aseguran que un catálogo que funcionaba y que ahora va a ser como un compendio mediara su fracaso en la alineación de medicamentos. Declararon desierto el 62 por ciento de la licitación de medicamentos para el segundo semestre del 2019, lo que equivale a mil 923 claves de medicinas, agravando la escasez de medicamentos, eso lo vemos ahora y lo seguiremos viendo en los próximos años.

¿Por qué no cuestionar sus métodos, por qué, si han dejado sus medicinas a hospitales públicos, afectando especialmente a pacientes con VIH y algunos tipos de cáncer, como en el caso del hospital infantil “Federico Gómez”, su incapacidad ha provocado rebrotes de enfermedades que se tenían bajo control como sarampión, rubéola y parotiditis, no haber no haber invertido a tiempo ni un solo peso ha incrementado los casos confirmados de dengue en 218 por ciento y de muertes por esta enfermedad transmisible en 59 por ciento.

Como lo dije al inicio de esta Legislatura: de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno y con las decisiones y acontecimientos de los últimos meses me atrevo a asegurar que ya estamos dentro de éste, es muy lamentable la situación que vive nuestro país. Nuestro voto será en contra.

Muchas gracias.

ooOoo

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