Intervención en tribuna del senador Gustavo Madero Muñoz, para referirse a la moción de procedimiento presentada por el senador Emilio Álvarez Icaza Longoria, con la que solicita la reposición del procedimiento de designación de la persona titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Gracias, Presidenta.
No tienen llenadera, vienen por todo, no incluyen, no aceptan más que súbditos.
Al Presidente Andrés Manuel López Obrador, la sociedad civil, los diez órganos autónomos le estorban, los contrapesos le incomodan, a los diez órganos autónomos constitucionalmente los cooptan proponiendo y votando por puro incondicional, los debilita con recortes presupuestales o con comentarios que los critican o los desaparece como al Instituto de Evaluación Educativo.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es una conquista ciudadana desde 1992, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos nació para defender a los ciudadanos frente al poder, sólo el poder público es quien puede violar los derechos humanos.
Por eso es indispensable la independencia y la autonomía frente al poder, no podemos aceptar una Comisión de los Derechos Humanos patrocinada desde el poder, el poder omnímodo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como se los instruyó al dócil grupo de Senadores, y no discutimos sólo el fondo, también criticamos la forma, la forma hay que decirlo con todas sus letras, fue un ostentoso fraude a la Constitución, el artículo 102 de la Constitución dice: “Dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Senadores, la lista de asistente de ese día fue de 118 Senadores, las boletas entregadas por Servicios Parlamentarios ese día, fueron 118 boletas, el testimonio de los videos que recogieron ese día la votación fueron de 116 Senadores mínimo, y la Mesa Directiva sólo contó 114 votos, 76 nunca fueron dos terceras partes de los votos presentes.
El fin de semana se descubrió la tranza, aparecieron, y mi reconocimiento a las Senadoras y Senadores del PAN por ese escrutinio, por esa auditoría acuciosa de los videos en los que se evidenciaron y aparecieron los dos votos extraviados.
Mal hecho que la Presidenta de la Mesa Directiva declara: “conforme al resultado de la votación y debido a que cumple con el requisito de mayoría calificada exigido por el apartado B del artículo 102 constitucional, resulta electa la ciudadana María del Rosario Piedra Ibarra, como Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el período 2019-2024”.
Esta declaratoria estuvo mal hecha, porque nunca se reunió el requisito, se tuvieron que evidenciar en videos que, de los 116 votos, de los 118 Senadores que pasaron lista de asistencia y que recibieron una boleta, solo se obtuvieron 76 votos.
No aceptan perder y cuando pierden, arrebatan. Para muestra, volteen a ver lo que está pasando en la Cámara de Diputados, pierden una votación y la repiten una, dos y hasta tres veces.
El ofrecimiento inicial que hubo para el proceso de encontrar candidatas aspirantes a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos resultó esperanzador al inicio, se iba a convocar a la sociedad civil, se iba a hacer un procedimiento transparente, pero todo esto quedó en pura demagogia, un acuerdo cupular la terna y el proceso de votación, y su contabilización, ensuciaron la forma y el fondo de esta designación.
Avanza el plan, avanza su plan de debilitar, de desaparecer o cooptar a los 10 órganos constitucionalmente autónomos que le molestan e incomodan al Poder Ejecutivo.
Reponer el procedimiento es lo mínimo para solventar la desaseada forma, aunque siempre permanecerá el cuestionamiento del fondo, de su voraz apetito, de incondicionales y de su menosprecio por la sociedad civil, por las víctimas y por la democracia.
Es cuanto.
ooOoo