Intervención de la senadora Kenia López Rabadán, al fundamentar un dictamen de las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia, por el que se propone la terna de candidaturas a ocupar la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2024.
30 de octubre de 2019
Versión de la intervención de la senadora Kenia López Rabadán, al fundamentar un dictamen de las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia, por el que se propone la terna de candidaturas a ocupar la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2024
Muchísimas gracias, Presidenta.
Quiero reconocer el esfuerzo de las senadoras y los senadores de ambas comisiones, han sido 27 días extenuantes de muchas horas de trabajo, de mucha escucha, de mucha templanza.
Hemos tenido el acompañamiento de las senadoras y de los senadores, de los asesores de los distintos grupos parlamentarios, a quienes también quiero agradecer; de las organizaciones de la sociedad civil, muchas gracias por todos los días trabajando junto con nosotros; de los medios de comunicación que se han ocupado de este tema tan trascendente.
Quiero agradecer también al Canal del Congreso y al área de comunicación social porque nos han acompañado puntualmente con las transmisiones para tener máxima publicidad y transparencia.
También quiero agradecer al área de servicios parlamentarios por todo el esfuerzo, hoy es cumpleaños del doctor Garita, así es que muchísimas gracias, doctor Garita, gracias por todos sus días de trabajo, gracias por este acompañamiento a ambas comisiones.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha evolucionado hasta convertirse en un organismo insustituible para proteger, observar, promover, estudiar y divulgar los derechos humanos en nuestro país, entre sus facultades se encuentra la de conocer las quejas en contra de actos u omisiones de naturaleza administrativa, provenientes de autoridades o servidores públicos que violan los derechos humanos, emite recomendaciones públicas, denuncias y quejas ante las autoridades respectivas, igualmente cuenta con facultad para interponer acciones de inconstitucionalidad en contra de leyes de carácter federal o de las entidades federativas, así como la de los tratados internacionales que vulneran los derechos humanos reconocidos en nuestra Constitución y en los tratados internacionales de los que México es parte.
Tiene su fundamento en los principios de París, relativos al estatuto y funcionamiento de las instituciones nacionales de protección y promoción de los derechos humanos, así como en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Nuestra Carta Magna establece que el Senado de la República debe, mediante el voto de dos terceras partes de las y los senadores presentes, elegir a la persona que representará a este importante organismo público autónomo por el periodo de 2019 a 2024.
Por lo anterior, el pasado 4 de octubre se emitió la convocatoria para la elección de la persona que ocupe la titularidad de la CNDH. El reto no es menor, por lo que la votación en los próximos minutos habremos de hacerla de manera trascendente, inteligente, objetiva y plural.
El Senado planteó un proceso equitativo, en Parlamento abierto, transparente, democrático, participativo y de máxima publicidad.
Se inscribieron 57 aspirantes: 12 mujeres y 45 hombres, quienes fueron llamados a comparecer del 21 al 23 de octubre, toda vez que cumplieron con los requisitos de elegibilidad; en dichas comparecencias se presentaron 56 de los 57 aspirantes, quienes presentaron su plan de trabajo y expusieron las razones por las cuales se consideran con los mejores perfiles para ocupar la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En el mismo sentido, se pudo examinar a cada una de las personas candidatas, a efecto de evaluar su trayectoria académica, el programa de trabajo, el conocimiento del marco jurídico nacional e internacional en la materia, su experiencia profesional y su participación en la promoción, defensa, protección, observancia, estudio y divulgación de los derechos humanos.
Lo anterior se vio fortalecido con las preguntas y casos prácticos que enviaron las asociaciones civiles, organizaciones sociales, instituciones académicas y de investigación, asociaciones de colegios profesionales, organismos públicos autónomos y privados, activistas, promotores, defensores de derechos humanos, víctimas, colectivos de víctimas y público en general.
En el mismo sentido se llevó a cabo, en una consulta pública, la auscultación entre el Senado de la República y las organizaciones sociales representativas de los distintos sectores de la sociedad, así como entre los organismos públicos y privados promotores o defensores de los derechos humanos, víctimas o colectivos de víctimas, con la finalidad de exponer el perfil que debe tener la persona titular de la Comisión Nacional, así como los retos que enfrenta dicho organismo autónomo.
Derivado de lo anterior, se dieron cita organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la defensa de los derechos humanos, las cuales fueron escuchadas por las y los integrantes de las comisiones de Derechos Humanos y de Justicia; bajo el principio de máxima publicidad se dio difusión a la convocatoria en tres medios de circulación nacional, en el Diario Oficial de la Federación, en la Gaceta Parlamentaria y en la página de internet del Senado de la República, así como en los micrositios de las comisiones unidas.
De igual forma, se publicó el listado de candidaturas que cumplieron con los requisitos de elegibilidad en los mismos medios de comunicación en que se publicó la convocatoria; el 17 de octubre se publicó, adicionalmente, en un diario de circulación nacional, dicho listado con la finalidad de que en los cinco días posteriores cualquier persona pudiera hacer llegar elementos para una mejor evaluación a las comisiones unidas, respecto de las personas candidatas.
Estas comisiones unidas consideran que todas las personas candidatas satisfacen el perfil requerido para representar a la Comisión Nacional, toda vez que gozan de reconocido prestigio en la sociedad, cuentan con el respaldo de distintos sectores, son mexicanas y mexicanos en el pleno ejercicio de sus derechos y tienen una destacada trayectoria en el ámbito de la defensa, promoción y protección de los derechos humanos, por lo que con su experiencia podrán reforzar y consolidar este organismo autónomo.
Con base en la evaluación documental, comparecencias propuestas de programa de trabajo, experiencia en la materia de derechos humanos, auscultación e indicadores aplicados y sin demérito de las demás candidaturas, tengo que reconocer hubiesen salido mucho más ternas 2, 3, 4, 5 ternas, de 57 aspirantes había una gran cantidad de personas que, por su perfil, por supuesto podrían haber estado en esta terna.
La ley nos obliga, muchas gracias, la ley nos obliga solamente a presentar a tres, pero quiero desde aquí reconocer el trabajo de muchas y muchos mexicanos, mexicanas que se presentaron al Senado de la República, con grandes perfiles.
Estas comisiones unidas consideran que los siguientes tres perfiles alcanzaron el consenso entre las senadoras y los senadores integrantes de las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia, ya que satisfacen a plenitud los requisitos legales para encabezar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, toda vez que garantizan los criterios de experiencia, independencia, imparcialidad, probidad, interlocución con la sociedad y con los poderes públicos, así como cercanía con las víctimas y una perspectiva adecuada sobre los trabajos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
A nombre de la Comisión de Justicia del senador presidente, Julio Menchaca, y de los integrantes de su Comisión, a nombre de la Comisión de Derechos Humanos, de los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos y de la de la voz, hoy ponemos, señoras senadoras y senadores, a su consideración la terna aprobada por ambas comisiones.
Serán Orozco Enríquez José de Jesús; Peimbert Calvo Arturo de Jesús; y Piedra Ibarra María del Rosario, si es que así lo consideran, por supuesto, quienes se encuentren en la posibilidad de presidir la próxima encomienda de cinco años de la CNDH.
Quiero concluir solamente diciendo gracias a todas y a todos, ayer mismo se dio un debate amplísimo. Agradeciendo a los integrantes de las comisiones y a quienes inclusive no la integran, porque estuvieron ahí para fortalecer la pluralidad de este Senado.
Quiero agradecer, por supuesto, a todas las senadoras que estuvieron muchas horas en esta discusión, y a todos los senadores.
Agradecer la solidaridad del presidente Julio Menchaca, que desde su perspectiva y con la enorme carga de trabajo que tiene la Comisión de Justicia se dieron el tiempo él y su equipo de trabajo para acompañar todos los días y puntualmente este dictamen.
Es evidente y es claro que quien presida la Comisión Nacional de Derechos Humanos tendrá una gran encomienda, tendrá la obligación de resguardar, de proteger, de defender los derechos humanos de las mexicanas y los mexicanos.
Esa es una gran responsabilidad y esa responsabilidad es decidida única y exclusivamente por este Senado de la República.
Ojalá y tengamos altura de miras, ojalá y dejemos nuestras filias y nuestras fobias, ojalá y podamos construir en beneficio de México la mejor propuesta para que presida esta CNDH.
A todas y a todos por haber participado, muchísimas gracias.
Muchas gracias, señora Presidenta.
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