- La veracruzana aseguró que no puede existir conflicto de interés en la elección del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pues se podría interferir de manera negativa en su actuación
La senadora panista Indira de Jesús Rosales San Román explicó que es necesario que el próximo presidente o presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) actúe de manera imparcial y no tenga inclinaciones políticas o ideológicas que puedan afectar su trabajo de defensa a los derechos de la población.
Al emitir el posicionamiento del GPPAN a un dictamen por el que se propone la terna de candidaturas a ocupar la titularidad de la CNDH para el periodo 2019-2024, la legisladora veracruzana dijo que es indispensable la participación de todas las fuerzas políticas para garantizar que prevalezca la justicia y que se beneficien todas y todos los mexicanos.
“Dado el momento que vive el país, de ataques del Poder Ejecutivo a las diversas instituciones autónomas de nuestro régimen constitucional, con el afán de incidir en sus decisiones, resulta de la mayor relevancia luchar por su absoluta autonomía y seleccionar aquella persona que tenga las mejores credenciales, y que sea imparcial”, puntualizó.
Rosales San Román explicó que Veracruz, al igual que el resto del país, atraviesa por una situación de vulnerabilidad que las autoridades estatales y federales no han podido combatir, por lo cual será vigilante de que la defensa de los derechos humanos quede en manos de alguien con la preparación y la imparcialidad que se requiere.
ooOoo
Comunicado de la oficina de la senadora Indira de Jesús Rosales San Román
Intervención en tribuna de la senadora Indira Rosales San Román para presentar el posicionamiento del GPPAN a un dictamen de las comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia por el que se propone la terna de candidaturas a ocupar la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2024.
Con el permiso de la Mesa, muchas gracias.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es una de las instituciones fundamentales de nuestro régimen democrático, tiene una encomienda trascendental: proteger y promover los derechos humanos en nuestro país siempre con autonomía de gestión y presupuestaria, así como personalidad y patrimonio propios.
Quizás el mecanismo más importante de esta Comisión sea la presentación de recomendaciones públicas con propuestas por parte de su presidente y ante las autoridades respectivas, que si bien o más bien, que desafortunadamente no son vinculantes, buscan tener un impacto en la opinión pública y sobre todo en el quehacer gubernamental; y éste es un punto muy importante porque desafortunadamente hemos visto cómo algunas recomendaciones se vuelven simplemente una mensajería más para incluso para el propio presidente, como se demostró con el tema de las estancias infantiles, por lo que esperamos que en el futuro sea distinto.
Dada la importancia de esta Comisión en la vida de México, el proceso de elección de su presidente resulta de enorme relevancia dado el momento en el que vive el país, de ataques del Poder Ejecutivo a las diversas instituciones autónomas de nuestro régimen constitucional, con el afán de incidir en sus decisiones, resulta de la mayor relevancia luchar por su absoluta autonomía y seleccionar a aquella persona que tenga las mejores credenciales y que sea imparcial, que no tenga ningún conflicto de interés frente a quienes hoy ostentan la mayoría y el gobierno.
Este Senado, a quien le corresponde la designación del nuevo presidente, ha trabajado intensamente en las últimas semanas para concretar este trascendental nombramiento, con la participación activa de todas las fuerzas.
Y, bueno, aprovecho por supuesto la oportunidad de parte del Grupo Parlamentario de Acción Nacional para felicitar a la senadora Kenia López Rabadán, y por supuesto al presidente Menchaca, ambos presidentes de la Comisión de Derechos Humanos y de Justicia, respectivamente, quienes han conducido el proceso de nombramiento con absoluto profesionalismo y con responsabilidad, gracias a ellos se pudieron desahogar en las comisiones todas las etapas del proceso, tal cual se plasmaron en la convocatoria, una convocatoria que, por cierto, deberá, me parece, ser parteaguas no nada más en los procesos de designación del ombudsperson, sino para cualquier otro proceso de designación, específicamente como los que hacemos en la Comisión de Justicia.
Y, bueno, desde la propia emisión, publicación de la convocatoria, hasta la etapa de las comparecencias de cada uno de los 57 aspirantes registrados, hubo siempre una participación de cada uno de los grupos parlamentarios.
Es preciso también resaltar que durante todo este proceso se privilegió la apertura y la participación de la sociedad civil, ejemplo de ello fue la incorporación de cuestionamientos de organizaciones de la sociedad civil en las entrevistas a los candidatos, se privilegió en todo momento el escuchar a todas las voces.
La etapa de entrevistas nos permitió conocer con mayor cercanía las propuestas y planteamientos específicos de los candidatos y, bueno, respecto a la terna votada básicamente anoche en las comisiones unidas de Derechos Humanos y Justicia, conformada por los ciudadanos José de Jesús Orozco, Arturo de Jesús Peimbert y María del Rosario Piedra Ibarra, a Acción Nacional le parece que es una terna equilibrada, que representa el mosaico plural de participantes en el proceso y que es una muestra de la diversidad es nuestra sociedad; por supuesto, sin dejar de lado que fueron más de tres los participantes que nosotros consideramos con una gran experiencia y que también hubieran podido ser dignísimos candidatos a ocupar el lugar de Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Me parece que tuvimos un nivel impecable, básicamente, dentro de estos 57 participantes, y eso también es digno de resaltar a todos y a cada uno de ellos, el saber que existen perfiles de ese nivel dentro de nuestro país.
Y bueno, en Acción Nacional reconocemos la trayectoria personal y las capacidades demostradas por estas tres candidatos; sin embargo y en congruencia con nuestra posición expresada en anteriores procesos de designación como en los casos el titular de la Fiscalía, ministros de la Corte, no podemos en nuestro caso y se los digo de manera muy respetuosa, avalar la candidatura de María del Rosario Piedra Ibarra, aunque nos parece por supuesto un perfil ejemplar, una gran defensora de los derechos humanos; sin embargo sí encontramos en ella un conflicto de interés y vínculos con el actual gobierno.
La Comisión de Derechos Humanos debe ser dirigida por una ciudadana o ciudadano del cual no se tenga duda o sospecha que actuará con total autonomía e imparcialidad; en los momentos actuales debe estar al frente de la Comisión una persona que garantice que va a proteger y defender los derechos humanos y sobre todo una persona de a pie, una persona que llega a las comunidades indígenas más remotas, y que la CNDH deje de ser un pequeño grupo, que solamente los grandes Defensores de Derechos Humanos tengan acceso a ella.
Y bueno, pues por ello exhortamos actuar con responsabilidad y congruencia, creo que este es otra de las grandes votaciones que son fundamentales y que será única dentro de este Senado de la República, para que nuestro sistema se mantenga democrático y también por el futuro político de nuestro país.
Es cuanto.
ooOoo