Versión de la intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, al referirse a un dictamen de las comisiones unidas de Economía y de Estudios Legislativos Segunda, que desecha la minuta que reforma y deroga diversas disposiciones de la Ley para el desarrollo de la competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa
Gracias, Presidenta.
México es uno de los países que tiene más jóvenes emprendedores del mundo. Hay más jóvenes emprendedores en México que en España, que en Grecia, que en Italia o un país como Portugal. Y esta es la gran riqueza de nuestro país.
El espíritu emprendedor que es talento, que son sueños, que es creatividad, que es riesgo, que es ver la necesidad donde alguien más no la ve, y construir una respuesta.
Y a eso quiero referirme en esta intervención, porque muchas y muchos de ustedes no estaríamos aquí si no hubiésemos tenido o luchado con un espíritu emprendedor. Y justamente de lo que hoy se discute y lo que vamos a votar es si vamos a acompañar de mejor o peor manera al espíritu emprendedor de más de 35 millones de jóvenes en nuestro país.
Más de 35 millones de jóvenes que en su gran mayoría, y de acuerdo a serias estadísticas quieren emprender antes que ser empleados. Y emprender ha sido el sueño de millones de mexicanos, y emprender no es una tarea fácil porque emprender significa riesgo, riesgo de mortandad en esa empresa, significa no tener acceso a un crédito oportuno.
La gran mayoría de los emprendedores mexicanos debe de tener acceso a un crédito familiar o de amigos, porque el crédito formal es un imposible para muchos de ellos. Emprender significa conocer mejor el mercado y el consumidor.
Emprender significa la innovación, la actualización, el uso de nuevas tecnologías. De eso estamos hablando y decidiendo esta tarde tan importante.
Hoy cuando cerca de 32 casas especialistas en materia económica tienen una expectativa de que la economía mexicana va a crecer a lo mucho el 1.2 %, y sabemos muy bien que el camino más rápido de empobrecimiento en un país es cuando una economía crece poco, o crece mucho menos de lo que está llamada a hacerlo con su talento, con su potencialidad, con su creatividad y con sus emprendedores.
Los emprendedores son los que pagan los impuestos, los emprendedores son los que logran el avance y realmente la creación y la posibilidad de sueños.
Decía Winston Churchill que muchos miran al emprendedor como el lobo que hay que abatir, otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar, pero muy pocos lo miran como el caballo que jala la carreta y que logra la prosperidad.
En esta tribuna hemos hablado muchas Senadoras y Senadores de la paridad, hemos hablado en infinidad de ocasiones del poder de las mujeres, pues no hay libertad suficiente ni poder suficiente para una mujer, si no hay libertad económica, porque cuando no hay libertad económica, hay miedo, cuando no hay libertad económica no se puede ir de un hogar donde hay violencia familiar.
Cuando no hay libertada económica no se tiene el margen para tomar las decisiones que queremos que tomemos todas las mujeres de este país, y al desaparecer instituciones que apoyan a mujeres emprendedoras, estamos atando o condenando a millones de emprendedoras a no tener libertad económica y, por lo tanto, a no tener y ejercer una libertad completa.
(Aplausos)
Es mucho más grave que solamente hablar de un riesgo de emprender. Las que estamos aquí lo sabemos bien porque tenemos libertad económica, y sabemos muy bien que es muy diferente decidir sobre un ingreso, que pedir que nos den, y aparte de todo rendir cuentas de eso.
Y para los hombres no es distinto, un hombre que logra un sueño, que logra libertad económica. Oía yo a uno de los Senadores, al Senador Guadiana, en nuestra Comisión de Economía, y decía: ¿a quién se le ocurrió desaparecer el Inadem?
¿En qué momento pensaron dejar de acompañar a los emprendedores?
¿En qué momento dejaron de acompañar este espíritu emprendedor y respeto a la posición de cada quién? Y estoy externando la propia.
Vengo de una familia que ha luchado mucho desde la carencia y la honestidad, y una familia donde amamos el espíritu emprendedor en cualquier terreno. Y aquí, por ejemplo, se ha hablado del aeropuerto.
Yo conozco y tengo amigos entrañables en Morena, que sé que su opinión no coincide con la del Presidente de la República de haber destruido el proyecto del aeropuerto de Texcoco. Y lo han dicho con valor en esta tribuna, en esta, en esta lo dijo con valor el Senador Higinio Martínez, y aquí quedó registrado. Pero es respetable y es valiente que se exprese la diferencia en una democracia.
Si matamos los sueños y la capacidad de construir y de emprender, estamos matando el presente y el futuro para millones de mexicanos.
Estoy hablando frente a quienes han sido también alcaldes, alcaldesas, gobernadores, y todas y todos sabemos que una de las peticiones más urgentes es que ayudemos al espíritu emprendedor.
No hay casi una gira en una campaña política donde alguien no se acerque a pedirnos un apoyo para emprender.
Quiero responder un poco, o expresarle al Senador Rocha sobre lo que él ha hablado, que es un Senador como a todas y a todos ustedes a quien tengo un gran respeto.
Está muy bien cambiar cuando se cambia para mejorar, está muy bien cambiar cuando se cambia para construir algo que no existía. La gran preocupación, y yo me sumo porque ya se ha expresado aquí, es destruir lo que existe sin intentar haberlo mejorado antes, y no tener un modelo alternativo que sea mejor que el que se está destruyendo.
Yo reitero mi disposición desde mi bancada, de acompañar cualquier modelo que sea y que tiene derecho este gobierno a proponer, pero que demuestre con una evaluación seria y responsable que es mejor que el que hoy está.
Pero me preocupa terriblemente que en un mitin a mano alzada se decida si se suspende o no una obra que estaba evaluada, y que está ya iniciada en un estado, como es el estado de Durango, o cualquier otra entidad, porque eso genera incertidumbre y da un entorno totalmente no solamente incierto, sino un entorno de pasado y no de futuro.
Termino con lo siguiente.
Pensemos nuestro voto, vamos a tener que responder a millones de mexicanos. Decirle no a los emprendedores, es decirle no al futuro, ni al presente, es decirle no a los sueños, al talento, a la prosperidad, a la generación de empleos, a la cadena de creatividad, a la innovación. Pero es decirles, sobre todo, no a la libertad.
Sí cuando destruyan, que sea para proponer algo mejor, pero no para dar saltos al vacío. Si proponen algo mejor los vamos a acompañar, pero saltos al vacío no los vamos a poder, ni los queremos acompañar.
Es cuanto, Presidenta.
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