Intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, durante la conferencia de prensa en conjunto con su compañera de bancada, Xóchitl Gálvez Ruiz y legisladoras y legisladores del Partido Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Partido del Trabajo, así como mujeres víctimas de lesiones por razón de género.
26 de marzo de 2019
Versión de la intervención de la senadora Josefina Vázquez Mota, durante la conferencia de prensa en conjunto con su compañera de bancada, Xóchitl Gálvez Ruiz y legisladoras y legisladores del Partido Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Partido del Trabajo, así como mujeres víctimas de lesiones por razón de género
SENADORA JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA (JVM): Muchas gracias, coordinador Bolaños; gracias, Alexandra; gracias especialmente esta tarde a Ana Elena; gracias a Esmeralda; gracias, Carmen; gracias, Nirvana, porque con su valor, su testimonio, con su presencia van a ayudar a que muchas otras mujeres que están en esta situación encuentren acompañamiento y ayuda, sepan que no están solas, pero sobre todo van a ayudar a que no vuelva a suceder.
Y para quienes están impunes por esta atrocidad, como se ha dicho por Alexandra y por este delito tan grave, decirles que esta impunidad ha llegado a su fin.
Estamos aquí por ustedes, para ustedes, porque es nuestra obligación y porque no podemos aceptar que sigan sucediendo estos ataques con ácido.
Los ataques con ácido ocurren en todo el mundo y afectan en mayor medida –como estamos viendo aquí– a las mujeres. De acuerdo con ASTI, una organización, cada año se llevan a cabo al menos mil 500 agresiones globalmente, aunque se estima que esta cifra únicamente refleja el 40 por ciento de los casos, y estamos seguros que en México esto puede ser mucho más alto o en la mayoría no se denuncia.
Es importante señalar que más del 80 por ciento de las víctimas como se demuestra hoy aquí, son mujeres. El 40 por ciento de las víctimas no ha cumplido siquiera los 18 años de edad en el momento de la agresión, y desde entonces –como lo escucharemos aquí– llevarán una vida difícil, secuelas físicas y psicológicas graves, principalmente por quemaduras en el rostro y en el cuello, daños en las vías respiratorias e incluso ceguera.
Las que sobreviven a un ataque de ácido tienen altas posibilidades de ser rechazadas incluso por sus familias y sus comunidades. Algunas las culpabilizan en lugar de considerarlas como lo que son: víctimas de un ataque con una gran carga de violencia de género. La mayoría no pueden volver a su trabajo, no son tratadas con respeto por las autoridades como también nos darán testimonio.
Las víctimas del ácido y la violencia por quemaduras a menudo no informan la verdadera causa de sucesiones por vergüenza o por miedo; las mujeres no pueden o no quieren acudir a los hospitales para recibir tratamiento por lo que muchos de estos casos ni siquiera se registran.
Déjenme darles una mirada algunos otros países para volver al nuestro: en el Reino Unido tiene una de las tasas por habitante más altas ataque con ácido registradas en el mundo, sólo en Londres en el año 2016 se utilizaban sustancias corrosivas en 454 delitos.
India no se queda atrás, tuvo alrededor de 300 ataques registrados en el año 2016, es probable sin embargo que el número real de ataque supere los mil por año. En un país como la India, como ya está sucediendo en México –y lo escucharemos ahora–, estos ataques ocurren en lugares públicos, ni siquiera en lugares cerrados o silenciosos, son en lugares públicos.
Colombia tiene aproximadamente 100 ataques registrados al año. El caso de la legislación en Colombia es importante, se establece que quién causa daño a otro utilizando cualquier tipo de agente químico será merecedor de una pena de entre 12 y 20 años y si el daño, como es el caso de quienes aquí nos acompañan, es permanente, derivado de una agresión con ácido, la pena puede elevarse hasta los 40 años de cárcel. Así es Carmen, como lo hemos platicado, seis años, decenas de ministerios públicos y la respuesta es: “son lesiones menores”, y el a culpable está impune.
De acuerdo con la evidencia internacional, una de las medidas urgentes es prevenir la violencia con ácido y para ello hay que restringir la compra y venta de los mismos. Es necesaria esta propuesta para endurecer las penas en el Código Penal Federal.
Hoy nos comprometemos a hacer, desde el Senado de la República, todo el esfuerzo en materia legislativa y mucho más allá para acompañar hoy a estas cuatro mujeres valientes, determinadas, decididas, que han sufrido un ataque brutal y que lo ha vivido durante un buen rato en silencio. No más silencio, hoy alzamos la voz porque esta atrocidad y este delito no tiene partido.
Agradezco a las organizaciones de la sociedad civil como Reinserta y Saskia y muchas más que nos acompañan en esta iniciativa y nuevamente gracias especialmente a ustedes, porque aquí hay vidas, hay historias, pero debe haber también presente y futuro.
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