Intervención del senador Ismael García Cabeza de Vaca, al participar en la discusión de un dictamen de la Comisión de Energía que acuerda la idoneidad de once personas que integran las cuatro ternas presentadas por el Ejecutivo federal, para ocupar el cargo de comisionado de la Comisión Reguladora de Energía.
28 de febrero de 2019
Versión de la intervención en tribuna del senador Ismael García Cabeza de Vaca al participar en la discusión de un dictamen de la Comisión de Energía que acuerda la idoneidad de once personas que integran las cuatro ternas presentadas por el Ejecutivo Federal, para ocupar el cargo de Comisionado de la Comisión Reguladora de Energía
Con tu permiso, presidente.
Sobre la idoneidad de las cuatro ternas que nos fueron enviadas por el Ejecutivo para ocupar igual número de vacantes de comisionados de la Comisión Reguladora de Energía, quiero aclarar: los perfiles de todas ellas carecen del conocimiento necesario para ocupar el puesto de la importancia que le han sido propuestos.
Me dirijo con gran respeto a todos los candidatos, quienes cuentan con experiencia y conocimiento en otros campos, ajenos a la energía.
Los órganos reguladores en materia energética requieren para su adecuado funcionamiento un alto grado de especialización, que no encontramos en los candidatos.
Si bien es cierto que, dentro de los requisitos establecidos en el artículo 8 de la Ley de Órganos Reguladores en Materia Energética, pueden aspirar a ocupar el cargo profesionistas de cualquier área, en el área de ingenieros, ciencias físicas, matemáticas, ciencias biológicas y químicas, o ciencias sociales y administrativas, sin duda, debemos promover una adecuación al marco legal, a fin de puntualizar la especialidad que se requiere para estos puestos y, ¿por qué no?, modificar el artículo 8 y poner que sean honestos.
De los 12 candidatos propuestos, 6 son ingenieros químicos, 2 ingenieros industriales, uno ingeniero petrolero, uno licenciado en negocios, un economista y un ingeniero arquitecto; 10 de ellos han ocupado algún puesto petrolero, por lo cual se ve una marcada tendencia al sector hidrocarburo y no al sector de energías renovables; por ello, preparados en otras áreas ajenas a esta comisión.
Lo que sí podemos asegurar hoy es que está en nuestras manos solicitar perfiles capacitados, contrario a lo que dice el dictamen, no escuchamos ni una sola propuesta de trabajo o respuesta adecuada a nuestros cuestionamientos en la entrevista que realizamos; no escuchamos alguna propuesta sobre la visión a mediano y largo plazo con relación con energías renovables, eólicas, solares.
Ningún perfil aportó una propuesta para el adecuado desempeño de sus funciones, lo que sería una garantía para el buen desarrollo de libre mercado, justo e imparcial.
No hubo propuesta sobre gas, gas natural, gas LP, bioenergéticos, hidrocarburos, menos sobre la electricidad; no se esbozó ningún plan para trabajar de manera coordinada y no subordinada con los otros órganos reguladores.
No hubo propuesta para realizar un trabajo coordinado que brinde certeza jurídica a los contratos y contratistas que deciden participar e invertir en tan importante sector, con alto potencial para el desarrollo nacional.
Por ello es que es falso que todos los candidatos son idóneos, el idóneo sería el mejor perfil, el más preparado, el que domina el tema, el más experimentado en la materia, y a la fecha no hubo ninguno.
Necesitamos perfiles que no disminuyan la confianza en el sector energético, que no se pretenda quitar de facto la autonomía y credibilidad de los órganos reguladores como la CRE, anteponiendo perfiles supeditados.
Debemos respetar la autonomía de la CRE y de cualquier órgano autónomo. Es nuestro deber asegurar en la medida de nuestras facultades su adecuado funcionamiento.
Es de suma importancia tener presente que la creación y existencia de este tipo de órganos no obedece una cuestión política coyuntural un contexto económico específico.
Finalmente, quiero señalar nuevamente que las funciones que los órganos reguladores de realizan deben de mantenerse ajenas a los acuerdos o desacuerdos políticos.
Es cuanto, Presidente.
ooOoo