Intervención en tribuna del senador Marco Antonio Gama Basarte al participar en la discusión de un dictamen por el que se expide la Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
Gracias, senadora presidenta. Senadores y senadoras.
Ante la necesidad de ampliar y mejorar el esfuerzo iniciado con la creación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que en su momento fue una herramienta muy útil para el avance en esta materia, hoy esta Legislatura en consenso de todos los grupos parlamentarios responsablemente abonaremos, con la aprobación de una ley que da vida a una renovada estructura, creando con esto el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, que de forma reorganizada, y con mayor número de facultades, sin duda representa la oportunidad de resultar más eficaz y efectivo en la atención de la problemática que históricamente han enfrentado los pueblos indígenas y afromexicanos.
La Ley por la que se crea el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y abroga la ley de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas busca garantizar plenamente los derechos de los pueblos originarios, institucionalizando una autoridad especializada que tendrá a su cargo todos los asuntos relativos a los pueblos indígenas y afromexicanos desde la perspectiva de transparencia, integralidad, transversalidad e interculturalidad.
Al Instituto se le brinda un amplio marco de atribuciones que atienden cada uno de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos en el ámbito nacional e internacional.
Fortalecen, además, las medidas institucionales para concretar y robustecer la transversalidad de los asuntos indígenas.
Con la aprobación de esta minuta lograremos dar impulso a una política que da prioridad de atención a las comunidades indígenas y afromexicanas y además que su voz sea escuchada a través de las consultas que se tendrán que realizar cuando se pretenden realizar proyectos de desarrollo que los afecten de alguna manera.
La ley, como letra normativa, representa un avance legislativo generoso, pero la tarea no concluye ahí, con la aprobación de la misma. Ahora deberemos asegurarnos de que sea tangible presupuestalmente y práctica en su aplicación para que realmente resulten mejores condiciones de vida para nuestros hermanos y nuestras hermanas indígenas y afromexicanos.
Debe dejar de ser una instancia tuteladora o asistencialista y ser garante del ejercicio pleno de sus derechos.
Acción Nacional y un servidor siempre estaremos del lado de la ciudadanía y apoyaremos todo proyecto que nos lleve a lograr una patria ordenada y generosa, y una vida mejor y más digna para todos.
Y si alguien lo merece, como saldo de una histórica deuda, son nuestros pueblos indígenas.
Es cuánto, senadora presidenta.
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