Intervención del senador Damián Zepeda Vidales, al participar en la discusión de un dictamen de las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Pública que reforma diversas disposiciones de la Ley de Planeación.
Gracias, Presidenta.
Con el permiso de la Mesa y con el permiso de la Asamblea.
El día de ayer tuve la oportunidad de asistir como invitado a las comisiones unidas de Hacienda y de Estudios Legislativos en la materia, en donde se vieron tanto el dictamen que acabamos de aprobar, como éste, y debo decir con franqueza que fue una experiencia esperanzadora, porque me mostró que todos los grupos parlamentarios estaban buscando encontrar el punto en común de cómo mejorar a nuestro país en ambos temas.
Yo creo firmemente que así como debemos de defender nuestras ideas con firmeza y con convicción cuando tenemos diferencias, se debe de tener la misma firmeza y convicción para reconocer la generosidad cuando hay ánimo constructivo, y hoy yo vengo aquí a darle las gracias al Grupo Parlamentario mayoritario de Morena, al Grupo Parlamentario del PRI, al Grupo Parlamentario del Verde Ecologista, Encuentro Social, a mi propio Grupo Parlamentario, al Partido del Trabajo y a todos, el PRD, y todos los que están representados aquí en el Senado de la República. Muchas Gracias.
Estoy convencido que con ese ánimo y poniendo por delante las ideas y los argumentos vamos a poder construir un mejor país, enhorabuena, en verdad.
Decirles, sobre el dictamen ya lo han dicho todo, pero lo que busca es establecer una planeación estratégica con visión de largo plazo en nuestro país.
Hay ejemplos en todo el mundo, en Corea del Sur, como en Singapur, como en Chile, como en muchos otros casos, en donde con gran visión, décadas atrás, los países determinaron hacer una planeación a largo plazo e invertir sus recursos tanto financieros, como humanos, materiales, a lograr las metas y objetivos que se habían trazado.
Particularmente, casi todos, tienen el común denominador la inversión e infraestructura productiva y la apuesta por la educación de calidad en sus países. Yo creo que México debe hacer lo mismo y seguir ese buen ejemplo.
Hoy la planeación del desarrollo está marcada en nuestra Constitución, en un Sistema Nacional de Planeación, pero tiene una gran debilidad: es de corto plazo y es de corto plazo porque sólo abarca el tiempo que duran los gobiernos: el Gobierno federal seis años, los gobiernos estatales, los gobiernos municipales, y por más buenas intenciones que tenga un gobierno, del color que sea, difícilmente se logra en seis años transformar completamente un país; se pueden sentar las bases y se pueden dar grandes pasos, pero se requiere de continuidad en la visión y en las políticas públicas y en la inversión, para poder lograr las transformaciones que se requieren para los grandes retos que tiene nuestro país.
Es por eso que esta Agenda Estratégica Nacional, lo que viene a establecer es un marco para que exista en este país planeación con visión de largo plazo, a 30 años, que pueda ser actualizable cada 10 y, por supuesto, cuando sea necesario, para que se tracen las grandes directrices, el rumbo, las necesidades de inversión de nuestro país y se le dé continuidad, y todos juntos sumemos esfuerzos para lograrlo.
Así, en esta agenda se parte de un diagnóstico poblacional, de realidad de infraestructura, de vocaciones regionales, productivas y se establece una línea de acción para que, acompañada de presupuesto, podamos lograr mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
Hoy, sin duda, el país está en un parteaguas, hay que reconocerlo, hubo un mensaje muy claro de los ciudadanos en las urnas de buscar un cambio. Aprovechemos ese ánimo y hagamos un ejercicio de planeación profunda que nos permita visualizar juntos qué México queremos para las próximas décadas, qué México le queremos dejar a nuestros hijos.
Hagamos un plan, pongámosle infraestructura, pongámosle inversión y hagámoslo realidad.
Muchas gracias a todos ustedes.
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