Intervención en tribuna de la senadora Mayuli Latifa Martínez Simón al presentar dictamen de las Comisiones Unidas de Trabajo y Previsión Social, de Para la Igualdad de Género y de Estudios Legislativos, Primera, el que contiene proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo y de la Ley del Seguro Social, en materia de las personas trabajadoras del hogar.
Gracias.
Muy buenas tardes a todas las Senadoras y Senadores.
Hago el uso de esta tribuna para presentar un dictamen con la que estaremos, a la que haremos justicia laboral a más de 2 millones de personas trabajadoras del hogar, en su mayoría mujeres que durante generaciones han sido invisibles para el sistema jurídico y para las instituciones del Estado, permaneciendo en el desamparo jurídico y social absoluto.
El trabajo doméstico o trabajo del hogar históricamente ha sido considerado no como un empleo real y formal, sino como una actividad natural a cargo de las mujeres, por el cual no son acreedoras a un salario digno, a una jornada de trabajo decente, a gozar de días de descanso y períodos vacacionales pagadas, a tener servicios de salud y atención médica y un trato digno y respetuoso por parte de sus empleadores y de todo el resto de derechos laborales y prestaciones sociales que prevén nuestras leyes.
Por el contrario, paradójicamente las leyes contemplan un apartado limitado, restrictivo o inhumano, que lejos de garantizarles el pleno ejercicio de los derechos laborales permiten jornadas de trabajo excesivas hasta de doce horas, sin contrato, sin derechos laborales y sin obligación del patrón de registrarlas ante el Seguro Social para otorgarles el acceso a los derechos fundamentales, como: salud, vivienda e inclusive la pensión.
El dictamen que está a nuestra consideración es producto de una iniciativa legislativa presentada por la Senadora Xóchitl Gálvez, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, y en la que se sumaron Senadoras y Senadores de otros grupos parlamentarios.
Lo que se propone es un cambio de paradigma en la protección laboral y social para las trabajadoras del hogar. La propuesta de reforma que estamos presentando las Comisiones Unidas, a través de este dictamen, plantea un rediseño jurídico de la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social, con la finalidad de mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras del hogar, también conocidas como trabajadoras domésticas.
Se trata de reconocer en la legislación federal los derechos laborales de las y los trabajadores del hogar, determinar con los regímenes especiales y discriminatorios actuales el reconocer que se trata de un empleo real y formal, como cualquier otro así reconocido; garantizarles el respeto de sus derechos y mejorar sus condiciones laborales.
El dictamen que estamos presentando propone:
Primero.- Establece la definición del trabajo del hogar, que acoge a la gran diversidad de trabajadoras que realizan este empleo con uno o varios patrones, que viven o no en el lugar del trabajo, es decir, protege a todas las personas que se dedican al trabajo del hogar en las distintas modalidades que se pueden presentar.
Segundo.- Reconocer y garantizarles todos los derechos laborales, como cualquier otro empleo laboral, tales como: contrato por escrito, horarios de trabajo decentes, días de descanso pagados, vacaciones pagadas, prima vacacional y por supuesto también el aguinaldo.
Tercero.- Fijar un salario mínimo que no podrá ser inferior a dos salarios mínimos vigentes.
Cuarto.- Incorporar la obligación de los patrones de proporcionar los alimentos para las trabajadoras del hogar y de otorgar la habitación en condiciones dignas a las trabajadoras que vivan en el domicilio donde laboran.
Quinto.- Se establece en la ley el derecho de recibir seguridad social, es decir, las personas trabajadoras del hogar estarán afiliadas al IMSS y contarán con todos los derechos y prestaciones que dicho Instituto otorga, como servicio de salud, incapacidades, pensiones, guarderías y demás servicios de los que gozan sus afiliados y beneficiarios.
Sexto.- Se fijan jornadas máximas de ocho horas diarias para las trabajadoras del hogar que vivan en la casa donde trabajen, por lo que, cuando se excedan, serán consideradas éstas como horas extra y se pagarán en los porcentajes mayores que prevé la propia ley.
Séptimo.- Se prohíbe la contratación de personas menores de 15 años y para los adolescentes mayores de esa edad se establecen jornadas que no deberán exceder las seis horas diarias y 36 a la semana, prohibiendo además la contratación de adolescentes que no hayan concluido, cuando menos, la educación secundaria.
Compañeras y compañeros Senadores, se trata de una reforma estructural en materia laboral y de seguridad social en defensa de los derechos humanos, que reconoce la importancia y el valor del trabajo que realizan las personas que se dedican al trabajo del hogar.
Se trata de una reforma que, dicho sea de paso, se ajusta a las recomendaciones internacionales en materia laboral y de manera particular al Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, diseñado justamente para fomentar entre los países medidas que aseguren a las personas trabajadoras del hogar disfruten de condiciones de empleo equitativas y condiciones decentes.
Esta reforma mejorará la calidad de vida, no tan solo de dos millones 300 mil personas trabajadoras del hogar de las que se tiene registro, cambiará la calidad de vida de esos dos millones de personas, de sus hijas, de sus hijos y demás familiares que dependen económicamente de ellas o de ellos.
Por lo anterior, hago un atento llamado a todas las Senadoras y Senadores de todos los diferentes grupos parlamentarios representados aquí, en este Senado de la República, a respaldar con el voto a favor del presente dictamen, como se ha señalado en las Comisiones Unidas que así lo trabajamos.
Recalcar el reconocimiento de la Senadora promovente de tal iniciativa, la Senadora Xóchitl Gálvez y por supuesto de todas las Senadoras y Senadores que se sumaron a estas propuestas desde su presentación, y por supuesto en la dictaminación para que hoy estemos aprobando en el Senado de la República.
Es una deuda que el Estado mexicano le tiene a muchas de estas mujeres y hombres trabajadoras, trabajadores, que están dedicados precisamente al hogar.
Muchísimas gracias.
Buenas tardes.